Año nuevo, vida nueva. Si en este 2021 has decidido vender tu piso y prefieres hacerlo entre particulares, bien sea porque tienes tiempo para dedicarte a ello o porque quieres ahorrarte la comisión de la inmobiliaria, debes saber que esta es una operación que perfectamente puedes hacer por tu cuenta. Aunque, para tener éxito y hacerlo sin complicaciones, es aconsejable realizar las siguientes acciones.

1. Valora tu casa (tantas veces como puedas) para fijar el precio

El precio de la vivienda es determinante en el tiempo que podemos tardar en vender. Por esto, es importante que sepamos que no existe un único importe para nuestra casa, sino muchos. Es decir, este se ubica dentro de un rango de precios de mercado.

Pero ¿cómo sabemos a cuánto se cotiza nuestra casa en el mercado? Para ello, es aconsejable valorar nuestra vivienda tantas veces como sea posible y a través de diferentes fuentes. Por ejemplo, podemos:

  • Utilizar las herramientas de tasación online de viviendas: muchas son gratuitas y todas son muy fáciles de usar. Con solo introducir los datos básicos de nuestro piso al instante nos arrojan un importe estimado para nuestra casa o unos valores mínimos o máximos entre los cuales fijar nuestro precio de salida.
  • Preguntar a varias inmobiliarias de la zona: las agencias conocen de primera mano a qué precio se puede vender una casa como la nuestra en el barrio. Por esto, debemos pedir a, al menos, tres agencias, tanto online como tradicionales una tasación de la casa. Estas la podrán valorar gratis y sin compromiso. Eso sí, pueden caer en la tentación de darnos un valor inflado para que las contratemos. Por esto es importante contrastar con otras fuentes.
  • Verificar los precios en los portales inmobiliarios: también es recomendable ver a qué precios se venden los pisos como el nuestro en los portales inmobiliarios. Aunque, hay que tener en cuenta que estos suelen ser los importes de oferta, más no los precios a los que realmente se venden los pisos, ya que en la negociación se suelen ajustar. Así que debemos coger con pinzas esta información y usarla solo como guía.
  • Pedir una oferta a un iBuyer: estas son empresas que nos compran directamente la casa, pero a un precio rebajado. Pedir una oferta a una o dos de ellas nos dará una idea del precio mínimo que podemos fijar.

Con toda esta información, tendremos el rango de precios que hemos mencionado y podemos fijar un importe de salida que corresponda con el nivel de urgencia que tengamos para vender el inmueble. Si necesitamos hacerlo rápido, tendremos que elegir uno que esté por el lado bajo de este rango.

2. Esfuérzate en hacer el mejor anuncio de venta

Una inmobiliaria se encarga de promocionar la casa, de forma profesional, por todos los medios disponibles. Sin embargo, esto es algo que bien podemos realizar nosotros mismos, pero debemos tener en cuenta que, para despertar el interés de los compradores, tenemos que hacer una publicidad que destaque.

Es decir, no debemos conformarnos con subir un simple y soso anuncio en los portales inmobiliarios. Este debe tener:

  • Información completa: de la vivienda, de la finca, del barrio y de las condiciones de la venta. Mientras más detalles demos, más probabilidades tenemos de que nos contacten. Consejo: no olvidemos indicar datos importantes como, por ejemplo, la cercanía del inmueble con el transporte público o la etiqueta energética que tiene el inmueble.
  • Fotos atractivas: es decir, con buena resolución, luminosas y variadas (al menos tres por cada espacio).
  • Vídeos y visita virtual de la casa: estos recursos le ofrecen al comprador una mejor perspectiva de la vivienda y, al ser tan realistas, incrementan el éxito de los anuncios y las solicitudes para visitar la casa.
  • Planos de la vivienda: asimismo, es conveniente subir el plano de la vivienda para que el comprador se haga una mejor idea de las dimensiones de esta. Especialmente, si se trata de un piso a reformar.

3. Pacta las condiciones con el comprador y déjalo todo por escrito

Si nuestro piso tiene un precio atractivo y hemos hecho un anuncio de infarto, es probable que consigamos rápidamente una oferta de compra. Llegado este momento, tenemos que negociar sin miedo las condiciones de la venta: precio, reparto de los gastos de la compraventa, fecha límite para firmar en notaría, etc.

Ahora bien, es aconsejable que todas estas condiciones pactadas queden reflejadas en un contrato de arras o de reserva. Además, es imprescindible que este recoja también las posibles penalizaciones que pueden asumir las partes por incumplimiento. De esta forma, si el comprador se echa para atrás con la compraventa, estamos legalmente protegidos y, si el documento así lo establece, podemos quedarnos con el dinero de la reserva del piso a manera de indemnización.

Eso sí, debemos ser muy cuidadosos a la hora de redactarlo e indicar cada detalle con pelos y señales. Además, debemos vigilar no dejarnos ningún detalle importante porque esto puede traernos desencuentros o sorpresas desagradables.