La posibilidad de que grandes empresas como Apple, Google o Amazon aterricen en el sector bancario es real, tanto que la primera de estas ya ha dado su primer paso: el pasado lunes 25 de marzo presentó la nueva Apple Card, una tarjeta de crédito que, por ahora, solo estará disponible en Estados Unidos, aunque durante 2019 y principios de 2020 podría llegar a otros países. El evento tuvo lugar en su sede de Cupertino (California) y sirvió para conocer todas las características de su nuevo producto financiero.

¿Qué ofrece la Apple Card?

Las primeras preguntas que nos vienen a la cabeza son quién podrá disponer de esta tarjeta y cuánto cuesta. Pues bien, como era de esperar, solo podrán tenerla los usuarios que posean un iPhone, ya que la propia solicitud de la Apple Card se debe realizar desde el teléfono. Esta operación ya puede hacerse, aunque para utilizarla habrá que esperar hasta verano. Respecto al coste, será gratuita y no tendrá ningún tipo de comisión (ni siquiera por demora en el pago del crédito).

Para dar forma a esta nueva tarjeta de crédito, Apple ha sumado fuerzas con el banco americano Goldman Sachs y Mastercard, de modo que podrá ser utilizada en todo el mundo. Los usuarios podrán tenerla en formato digital en el móvil o llevarla en su cartera físicamente. Este servició está integrado dentro de la app Wallet y su funcionamiento será el mismo que el de cualquier otra tarjeta que tengamos integrada en el servicio de pagos de Apple.

Paga tranquilamente y consigue descuentos

Uno de los aspectos más destacados de la nueva Apple Card son sus descuentos: los usuarios que la utilicen tendrán un reembolso del 3% en productos Apple y del 2% en el resto de comercios (¡en el mismo día recibiremos el dinero!). El descuento, en cambio, será del 1% si la compra se realiza con la tarjeta física. Este dato apunta a la idea de que Apple apuesta por el pago móvil. Esta modalidad es, además, más segura, ya que incorpora la posibilidad de pagar mediante reconocimiento facial o huella dactilar. Estas opciones minimizan la posibilidad de que hagan un uso fraudulento de la tarjeta.

Otra de las ventajas en las que se hizo hincapié fue en  su interfaz. Tal y como ofrecen las aplicaciones de los bancos y las fintech, podremos ver de forma clara y sencilla en qué hemos gastado el dinero: supermercados, vuelos, comer fuera, etc. Esto, en realidad, a falta de ver cuál será el diseño definitivo, no supone una gran novedad en el sector.

El interés, la gran incógnita de la Apple Card

Un dato que no se desveló durante la presentación fue el coste que tendrá la financiación de la tarjeta de crédito de Apple. Eso sí, durante el acto se insistió en que sus intereses serán más bajos que los del resto de bancos, lo que hace pensar que se encontrará por debajo del 20% TAE, cifra que las tarjetas de crédito suelen rebasar en varios puntos para su modalidad de pago aplazado.

Al mismo tiempo, parece que la transparencia es un reto ineludible para Apple. Uno de los principales temores de quienes usan la financiación de las tarjetas de crédito es que sus intereses se disparan y se pueden llegar a acumular grandes deudas. Con Apple Card será, en principio, más fácil evitar esta situación, ya que permitirá saber el coste al momento de retrasar el pago de nuestras compras.

En este mismo sentido de ser claro con los clientes, el acuerdo con Goldman Sachs y Mastarcard aporta una novedad interesante respecto al tratamiento de nuestras transacciones: los datos de las compras de los usuarios jamás se compartirán con otras empresas para usos publicitarios y de marketing.