El mercado inmobiliario entró en un cambio de ciclo, pero si lees nuestra web con frecuencia, ya debes saberlo. Desde que el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos de interés, el euríbor se disparó, las hipotecas se encarecieron y los bancos endurecieron los requisitos para conceder préstamos.

Y aunque no debemos olvidar que las decisiones del BCE intentan controlar la inflación, que aumentó en cifras meteóricas el año pasado, esto tiene un impacto claro en el inmobiliario: desde mediados de 2022 se anticipa que las compraventas caerán este año y que algo similar podría ocurrir con los precios (aunque en este punto hay un poco más de desacuerdo). Más allá de las predicciones, ¿qué pasó realmente en enero?

El precio de la vivienda en enero

El ladrillo aumentó en este primer mes del año, pero en cifras prácticamente imperceptibles. Según el portal inmobiliario Idealista, el incremento fue de apenas un euro por metro cuadrado, pasando de 1.921 a 1.922 euros este mes.

Otra cifra no menos importante es que en las ciudades de Madrid y Barcelona el valor de la vivienda cayó un 0,3% y un 0,2% respectivamente. ¿Importante por qué? Aunque es pronto para hacer afirmaciones, estas ciudades suelen funcionar como barómetro de lo que podría pasar en el resto de España durante los próximos meses.

Una nota al pie. Idealista también informa de un incremento de los precios de un 5,4% interanual en enero. Fotocasa afirma que este repunte es del 9% y lo presenta como el valor más alto de los últimos nueve años. Todo esto también es verdad, los precios son más altos que hace un año. Sin embargo, lo que empezamos a ver es que su crecimiento se ralentiza, lo que confirma nuestras predicciones de enfriamiento del mercado.

Las compraventas en enero

No tendremos datos oficiales sobre la cantidad de transacciones que se firmaron en enero hasta mediados de marzo. Pero como buenos investigadores, los especialistas de HelpMyCash hablamos con nuestros usuarios y consultamos a nuestras agencias de confianza para saber qué está pasando con las compraventas.

Todavía hay interés en adquirir viviendas, porque bien sabemos que los tipos de interés seguirán subiendo y el euríbor seguirá aumentando en consecuencia. Quien quiera comprar en el corto plazo, mejor hacerlo ahora que esperar. Algunos compradores, sin embargo, han desistido en su ilusión de adquirir una vivienda y se han decantado por seguir alquilando.

«La demanda es menor que en el primer semestre de 2022 ya que hay españoles que han retirado su interés en comprar viviendas por la subida de tipos de interés, el incremento del coste de la vida y la incertidumbre laboral», asegura David Gordo, Project Manager de la inmobiliaria Housfy

Ana Villanueva, CEO del iBuyer Tiko, ve pocos cambios. «Aunque las hipotecas sean más caras, la gente sigue interesada en adquirir una vivienda, especialmente en zonas de alta rotación de las principales ciudades», afirma. Pero no descarta que en los próximos meses, algunos compradores se echen para atrás como consecuencia de la inflación y la subida de tipos.    

La demanda de compradores extranjeros

Bien sabemos que los extranjeros sienten una atracción particular por el clima y la cultura española. Entre julio y septiembre de 2022, protagonizaron unas 32.701 compraventas de viviendas, según el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. 

Falta todavía para conocer los datos oficiales de enero, pero Romain Traversino, Director Comercial de la inmobiliaria de origen francesa J’Achete, nos cuenta que ve mucho interés de los compradores francófonos por el mercado español.  «Los extranjeros siguen representando un porcentaje elevado de las compraventas en España, y creemos que este año su proporción aumentará. La ventaja es que suelen tener perfiles más atractivos para los bancos y mayor capacidad de comprar al contado», asegura.

¿Qué pasará en el mercado inmobiliario en este primer trimestre? No podemos saberlo con certeza, pero la realidad nos muestra que los precios ya no crecen en las mismas proporciones que en 2022. Las compraventas, por su parte, podrían reducirse; mientras que la demanda de compradores extranjeros sigue latente, al menos por ahora.