El 52 % de las tasaciones realizadas a lo largo del año 2015 tenían el objetivo de solicitar una hipoteca para adquirir un inmueble, según la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV). El estudio también demuestra que las tasaciones hipotecarias realizadas el año pasado fueron un 65 % menores respecto a los máximos de 2005. Sin embargo, el total de tasaciones se incrementaron un 28,6 % respecto el año 2014.
¿Para qué sirven las tasaciones hipotecarias?
Las tasaciones inmobiliarias tienen una doble función cuando las realizamos con el objetivo de solicitar una hipoteca. Por una parte, las tasaciones hipotecarias nos servirán para determinar el porcentaje de financiación que el banco nos concederá. Este valor, en su mayoría, será del 80 % del más bajo entre compra-venta y tasación.
Por otra parte, gracias a la tasación de vivienda nos podemos asegurar de que el valor real de la vivienda en el mercado y garantizar de que el vendedor nos la ofrece a un precio justo. Hay que tener en cuenta que si el valor de la tasación hipotecaria es inferior al valor de venta nos podría perjudicar ya que la financiación de los bancos suele ser del 80 %, así que para conseguir la hipoteca deberíamos tener ahorrado la diferencia entre el precio de la vivienda y el valor de la tasación. Por ejemplo, si el valor de venta del inmueble es de 100.000 euros y la tasación determina que su valor es de 80.000 euros, el banco nos prestará el 80 % de este último, es decir, 64.000 euros. Los 36.000 euros restantes los deberemos tener ahorrados.
¿Qué factores se tienen en cuenta para tasar una vivienda?
Como se ha demostrado a lo largo de estos años, el valor de la vivienda fluctúa constantemente. Por ello, es de especial importancia conocer el coste real del inmueble que vamos a adquirir en el momento de pedir la hipoteca. Los parámetros que se utilizan para realizar las tasaciones son:
- Ubicación de la vivienda
- Servicios que encontramos en la zona, como el transporte público, colegios, hospitales…
- Situación del piso dentro del mismo edificio
- Superficie total de la vivienda
- Calidad de los materiales de construcción
- Antigüedad y estado de conservación del inmueble.
Además, hay que tener en cuenta que no todas las compañías tasadoras utilizan el mismo método para determinar el precio. Como mínimo, encontramos cuatro métodos (los más frecuentes) para realizar tasaciones:
- Comparación: es el más utilizado. Consiste en comparar la vivienda con otras que compartan las mismas características, con un mínimo de 6 inmuebles “testigo”.
- Residual: si no se encuentran suficientes inmuebles parecidos para hacer la comparación, se determina el valor del inmueble con la construcción finalizada y se le resta la inversión que se ha hecho para finalizar la casa.
- Capitalización: se utiliza para tasar grandes inmuebles. El cálculo se realiza sobre el valor de un inmueble mediante la actualización de la fecha de valoración de todas las rentas que genera la vivienda mediante unas fórmulas económicas.
- Coste: se utiliza para apoyar los cálculos extraídos a partir de la comparación. Se calcula el coste de reemplazamiento del inmueble en el que se realiza la tasación.
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