La venta de una vivienda es una operación muy importante. Es, quizá, la más trascendental que debamos afrontar en nuestra vida, no solo por el valor económico que tiene nuestro piso, sino también por la complejidad del tema y lo que representa la casa para nosotros. Por esto, es natural que afrontemos el proceso llenos de dudas y miedos. En este artículo recopilamos cinco situaciones terroríficas que nos pueden suceder durante la venta, para que podamos tomar cartas en el asunto para evitarlas.

1. Vender el piso muy por debajo de su precio

Cuando decidimos vender una casa, lo hacemos con la perspectiva de obtener el mayor beneficio económico posible. Por esto, la idea de venderla muy por debajo de valor o, peor aún, mucho más barata de la que la compramos puede verdaderamente quitarnos el sueño. 

El precio de una vivienda depende de muchos factores y el mercado es el que marca la pauta. Pero si, por ejemplo, hemos tasado nuestro piso para ponerle un precio competitivo y, además, se encuentra en buen estado de conservación y bien ubicado no debemos temer pasar por esta situación. 

2. Tardar una eternidad en vender o no hacerlo nunca

Según Tinsa, el tiempo medio para vender una vivienda en España es de 8,2 meses, pero en algunos casos, este plazo nos puede resultar excesivo. Por ejemplo, si la operación se está dando en medio de una situación compleja como un divorcio o una herencia, que requiere de una venta rápida. No obstante, debemos saber que existe una solución a la que podemos optar si nos urge vender.

Esta consiste en vender el piso a un iBuyer. Estas empresas nos hacen una oferta en 24 horas y compran directamente nuestro piso en pocas semanas. Además, se encargan de hacer todo el papeleo de la venta, de forma que nosotros no tenemos que encargarnos de nada. Aunque, debemos tener en cuenta que esto supone vender por un precio ligeramente inferior al mercado, pero con la garantía de una venta asegurada.

3. Tener problemas para obtener los documentos obligatorios

No es secreto para nadie que la documentación necesaria para vender un piso puede ser extensa. Además, existe el condicionante de que la emisión de la mayoría de estos documentos no depende directamente de nosotros, sino de organismos públicos y de terceros. 

Dado esto, el miedo a tener dificultades en sacar alguno de estos papeles es latente, ya que una entrega tardía o un error en cualquiera de ellos puede significar el retraso en la venta o, incluso, la pérdida de un potencial comprador. Para evitar esto, lo recomendable es planificarnos bien, investigar los lapsos fijados por cada organismo  y comenzar los trámites con suficiente anticipación

4. Conseguir un comprador y que la venta se cancele en el último momento

Después de estar vendiendo el piso por un tiempo, conseguir a un comprador puede ser un gran motivo de celebración. Por esto, la posibilidad de que, a último minuto, la venta se caiga puede ser un escenario aterrador para nosotros. 

Aunque esta es una situación que escapa de nuestras manos y que no podemos controlar, hay algunas cosas que podemos hacer para minimizar las probabilidades de que ocurra. La primera consiste en firmar un contrato de arras para dejar bien atada la operación

La segunda es asegurarnos, antes de hacer cualquier movimiento, de que el comprador tiene la capacidad financiera y dispone de ahorros suficientes para efectuar la compra. De lo contrario, estaríamos sobre un terreno movedizo que nos podría hacer perder tiempo y energía.

5. Que la inmobiliaria nos cobre una comisión de espanto

Los honorarios de las inmobiliarias no están regulados por ley, por lo que cada agencia puede cobrar por la venta lo que considere oportuno. Estos, generalmente, oscilan entre un 3% y un 5% sobre el precio del piso. No obstante, para no llevarnos una sorpresa desagradable al concretar la venta, es importante que quede claro desde el inicio y por escrito lo que nos va a costar el servicio. 

En este sentido, debemos estar atentos a las cláusulas del contrato de intermediación que firmemos con la inmobiliaria. Además, debemos tener perspicacia y vigilar que la nota de encargo no incluya una letra pequeña que pudiera perjudicarnos y que en el monto total se considera el 21% de IVA al que están sujetos los honorarios.

En definitiva, a pesar de que durante la venta de un piso pueden ocurrir muchos imprevistos que nos ponen los pelos de punta, debemos saber que, en la mayoría de los casos, podemos tomar algunas medidas para intentar evitarlos.