Antes de contratar un préstamo hipotecario hay que tener muy claro cuánto vamos a pagar por él, para asegurarnos que se ajusta a nuestra situación económica y que podremos hacernos cargo de las cuotas mensuales. Calcular una hipoteca puede ser fácil si tenemos toda la información necesaria y tenemos en cuenta algunos aspectos como los que detallaremos a continuación. Además es importante contar con las herramientas más adecuadas para ello, como podría ser la calculadora de hipotecas de HelpMyCash.com.
1. La financiación máxima y el plazo deben ajustarse a nuestra situación
Dos de los aspectos que debemos contemplar al hacer el cálculo de la hipoteca tienen que ver con cuánto dinero van a prestarnos y en cuánto tiempo vamos a devolverlo. La mayoría de las hipotecas financian hasta el 80 % del coste de la vivienda y permiten pagarlo hasta en 30 años, pero debemos pensar que cuanto más dinero y tiempo nos den, más intereses pagaremos.
Por eso hay que ajustar estos parámetros a nuestras posibilidades: si tenemos muchos ahorros sería interesante no pedir un crédito con mucha financiación, mientras que si podemos pagar cuotas mensuales más altas, deberíamos reducir el plazo, teniendo en cuenta que no es recomendable dedicar más de un 35 % del sueldo mensual a dichas cuotas.
2. ¿Qué tipo de interés me conviene más?
Una de las principales dudas al contratar una hipoteca es saber si elegir una hipoteca fija o variable, algo que afecta notoriamente al simular la cuota. Actualmente el euríbor está en su mínimo histórico, al -0,168 %, por lo que quienes tienen una hipoteca variable se están beneficiando de dicha caída.
Pero antes de lanzarnos a por esta hipoteca debemos recordar que este índice ha llegado a superar el 5 % y, aunque no es probable que vuelva a dispararse a corto plazo, tampoco es imposible que lo haga en unos años, por lo que hay que pensar en todos los escenarios posibles al simular la cuota para saber si podríamos hacernos cargo de ella.
Si no queremos exponernos a estas fluctuaciones, nuestra mejor opción será optar por una hipoteca fija, con la que no nos beneficiaremos de las bajadas del euríbor, pero que tampoco nos perjudicará en caso de que se dispare. También existen las hipotecas mixtas, aunque no son muy recomendables, puesto que los primeros años nos obligan a pagar un interés fijo, por lo que no nos beneficiaríamos del índice bajo, y uno variable los últimos, arriesgándonos a que suba.
3. Los productos vinculados también cuentan para calcular tu hipoteca
Antes de firmar cualquier hipoteca es importante saber qué nos obligan a contratar para beneficiarnos de las mejores condiciones o cuánto nos pueden penalizar si no los aceptamos. Estos productos vinculados pueden ser desde seguros de vida a planes de pensiones, contratación de tarjetas, vinculación de la nómina, domiciliación de recibos o seguro de hogar, aunque hay que tener en cuenta que este último es obligatorio a la hora de adquirir una vivienda, mientras que el resto son opcionales.
A la hora de hacer el cálculo, deberíamos ver qué vinculación nos piden y cuánto nos cuesta, ya sea mensual o anualmente. En este sentido, es mejor que su pago no esté incluido en la cuota de la hipoteca, para no pagar intereses también por estos productos.
4. Las comisiones incrementan el coste total
Otro aspecto a tener en cuenta son las comisiones por hacer distintas operaciones. Algunos bancos han eliminado parte de ellas, pero especialmente si nos cobran la apertura o estudio deberemos incluirlas en el momento de hacer el cálculo de tu hipoteca.
Otras, como las de amortización anticipada, subrogación o novación, solo las pagaremos en caso de querer realizar algunas de estas operaciones, así que no tenemos por qué incluirlas en nuestro cálculo inicial, pero sí tenerlas en cuenta y procurar que sean del mínimo posible.
5. Los gastos de formalización hay que pagarlos
Para calcular la hipoteca también hay que tener en cuenta el coste de su contratación. Se calcula que los gastos de formalización de la hipoteca y los de compra de la vivienda pueden llegar a alcanzar el 15 % del valor de compraventa. Actualmente, y tras varias reclamaciones de devolución de dichos gastos, las entidades bancarias asumen parte de ellos, pero al no estar regulado por ley no siempre son los mismos, así que deberíamos calcular su totalidad.
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