Muchas veces no es tanto por la urgencia del dinero, sino por la agilidad de la tramitación. Puede que alguna vez necesitemos el líquido rápidamente para afrontar un gasto que no puede esperar, pero da la sensación de que el principal atractivo de los préstamos rápidos es más su velocidad de concesión que la posibilidad de utilizarlo casi al instante, aunque eso no quita que esta última también sea una ventaja interesante. Nunca antes habíamos vivido tan rápido como ahora, así que es normal que esa celeridad se la pidamos también a la financiación, y nadie responde mejor que ellos a esta exigencia.
La carrera definitiva: préstamos rápidos a toda velocidad
Hasta hace un tiempo, en esta categoría no había tanta competencia, pero debido a las mejoras tecnológicas en los procesos de solicitud y en el análisis de los usuarios, los bancos se han unido al selecto grupo que compone lo que entendemos por préstamos rápidos. Si los ordenamos de más a menos rápido, estos serían los participantes:
1. Préstamos preconcedidos
Esta financiación nos la ofrece nuestro banco y puede ser instantánea. No es un préstamo que tengamos que pedir, sino que la entidad en cuestión nos informará (si es que nuestro perfil nos lo permite) de que disponemos de la cantidad máxima que nos puede prestar. Solo tendremos que elegir el plazo y el importe dentro de los límites marcados para poder disponer del dinero en unos minutos.
2. Minicréditos
Surgieron producto de la crisis como una oportunidad de conseguir pequeñas cantidades de dinero para afrontar gastos urgentes. Llegan, como mucho, hasta los 1.000 euros y su plazo de evolución suele ser de un mes. El proceso de solicitud apenas se dilata 10 minutos, y si nuestro banco coincide con la cuenta con la que trabaja el prestamista, podemos disponer del dinero unos instantes después.
3. Créditos rápidos
Estos suelen ir desde los 500 hasta los 5.000 euros y, aunque el proceso es algo más lento que en los minicréditos, la solicitud también se hace en pocos minutos y el dinero lo podemos conseguir en apenas una o dos horas. Dentro de los créditos rápidos podemos encontrar, también, líneas de crédito por las que solo pagaremos intereses por el dinero que utilicemos. Es el caso del Crédito Directo de Cofidis, uno de los préstamos rápidos más baratos del mercado.
4. Anticipo de nómina
Algunas entidades permiten a sus clientes solicitar un préstamo por el valor de su nómina (o hasta 3 veces su cuantía). Después de los preconcedidos, son la financiación más rápida de los bancos. Lo podemos pedir sin papeleos ni muchos datos, ya que al ser nuestra entidad, tiene casi todo lo que necesita. En unas horas o un par de días como mucho podemos disponer del dinero.
5. Créditos al consumo
Son los préstamos personales tradicionales, que llegan hasta grandes importes y plazos largos, pero que gracias a la tecnología y los datos que manejan las entidades, pueden considerarse, en ocasiones, créditos inmediatos. De hecho, podemos solicitarlos de forma online (aunque tengamos que enviar cierta documentación) y recibir el importe en apenas unos días.
Como hemos visto, cada uno de estos préstamos rápidos puede responder a una situación distinta, ya que sus importes, costes y plazos son muy variados. Más allá de su velocidad, que la financiación sea satisfactoria exigirá que acertemos en nuestra elección, pues para cada momento habrá una opción que se adapte mejor a nuestras necesidades.
Miquel Riera
Hola, Daniel.
Dependerá de tu perfil y de tus necesidades. Puedes hacer clic en este enlace para ver cuáles son las distintas alternativas y cuál te conviene dependiendo de tu situación.
Un saludo.
Daniel
Que entidad es la mejor para unificar deudas