Cuando decidimos vender nuestro piso entre particulares y sin la ayuda de una inmobiliaria tenemos el reto de realizar por nuestra cuenta cada una de las gestiones que hay que hacer para vender un inmueble. Esto requiere que tengamos tiempo y que nos mantengamos motivados en todas las fases, ya que cada etapa nos acerca a nuestro objetivo principal: conseguir un comprador para nuestra propiedad. Pero ¿qué pasos tengo que dar para vender mi casa si vendo por mi cuenta? En este artículo lo contamos.

1. Fijar el precio de venta

Este es uno de los primeros pasos que debemos dar para vender el piso y es uno de los más importantes. Fijar un precio acorde al mercado puede ser clave para conquistar a un comprador y cerrar la operación en poco tiempo.

Pero ¿cómo puede saber cuánto vale mi casa en el mercado? Para ello, podemos:

  • Tasar la vivienda con herramientas de valoración de viviendas online: la mayoría son gratuitas y nos arrojan una estimación del precio de nuestro piso de forma instantánea. Eso sí, debemos hacer tantas valoraciones como nos sea posible, ya que los resultados que podemos obtener entre una plataforma u otra pueden ser muy dispares.
  • Pedir la opinión de varias agencias inmobiliarias de nuestra ciudad: aunque hayamos decidido vender como particulares la valoración de  varios expertos nos puede ayudar a entender lo que pasa en el mercado de nuestra zona. Las agencias nos pueden tasar la casa gratis y sin compromiso alguno. Eso sí, no debemos olvidar preguntarles cuántos pisos como el nuestro han vendido recientemente en el barrio y a qué precios para tener una visión más amplia del asunto.

2. Tramitar los documentos obligatorios

Para vender un casa es necesario realizar algunos trámites. Es aconsejable gestionar la documentación con suficiente antelación, ya que algunos de los documentos se tienen que pedir ante la Administración. Por tanto, estamos sujetos a los plazos que marca cada organismo y a los eventuales y conocidos retrasos administrativos.

 

Por ejemplo, la cédula de habitabilidad es obligatoria para vender en nueve comunidades españolas, pero mientras en Cataluña su emisión tarda un mes, en Cantabria puede demorar hasta tres meses. Además, hay que tener en cuenta que algunos documentos, como el certificado energético o la nota simple, los necesitamos en las fases iniciales de la venta, por lo que debemos empezar con los trámites desde que decidimos vender.

3. Promocionar la venta por todos los canales disponibles

Sin publicidad no hay venta. Por esto debemos promocionar la venta de nuestro piso por todos los canales disponibles. Los portales inmobiliarios son las webs por excelencia para poner nuestros anuncios, ya que nos ofrecen anuncios gratuitos si vendemos como particulares y además son muy fáciles de utilizar.

 

Eso sí, para publicitar nuestra casa hará falta algo más que poner un anuncio. Debemos hacer fotografías de calidad de la vivienda, redactar un texto atractivo y descriptivo de nuestro de piso y del barrio e, incluso, es aconsejable colgar un vídeo o visita virtual del inmueble. Así tenemos más probabilidades de recibir mayores contactos de interés para ver la casa.

4. Enseñar la casa a las visitas

Las visitas son claves. Es en esta etapa que la mayoría de los compradores toman su decisión de compra, ya que allí pueden ver si la vivienda les gusta, si se ajusta a lo que están buscando y si las condiciones de la operación le encajan. Por esto, no debemos subestimar la importancia que tiene preparar la casa para recibir a los interesados.

La limpieza y el orden son fundamentales. Aunque también podemos hacer un esfuerzo extra y usar la táctica del home staging para mejorar la presentación de la vivienda en venta. Por ejemplo, podemos pintar las paredes, arreglar desperfectos y agregar elementos de decoración neutrales. Así la casa le puede gustar a la mayor cantidad de compradores y aumentan las probabilidades de vender rápido.

5. Negociar las condiciones y firmar el contrato de arras

Una vez que tenemos a un comprador interesado nos toca negociar las condiciones y términos de la venta. Debemos acordar, por ejemplo, el reparto de los gastos de la compraventa, la fecha en que se va a firmar en notaría y la cantidad de dinero que nos deben entregar para reservar la propiedad.

Es aconsejable que todos estos detalles pactados queden reflejados en un contrato de arras. Este último documento está regulado por el Código Civil y contempla, de forma clara, las penalizaciones por incumplimiento de cualquiera de las partes. Así, si estamos seguros de vender, nos protegemos jurídicamente ante una eventual falta del comprador.