La irregularidad en los ingresos de los trabajadores por cuenta propia, a causa de la caída del consumo en 2008 y de su particular regulación, que les obliga a pagar el IVA a Hacienda por adelantado, o abonar una cuota de autónomos fija e independiente del volumen de facturación, desemboca en una mayor dificultad para disponer de liquidez de forma regular. Lo que se traduce en un obstáculo para conseguir financiación tanto de las entidades bancarias como de los prestamistas privados. Sin embargo, aunque es más fácil conseguir un préstamo disponiendo de una nómina, en el mercado actual podemos encontrar algunas opciones para conseguir financiación para autónomos

1. Créditos rápidos sin nómina

Los préstamos rápidos sin nómina nos permiten conseguir financiación sin necesidad de contar con una nómina. Pero a cambio, si somos autónomos, debemos presentar la declaración del IRPF y del IVA, para demostrar a la entidad de crédito que disponemos de ingresos para abonar la deuda. En la siguiente tabla podemos encontrar algunos de los mejores créditos rápidos sin nómina del mercado actual.

Prestamista Cantidad máxima Interés Plazo Me interesa
Crédito Rápido Monedo Now 5.000 € Desde el 5,25 % TIN

De 6 meses a 3 años

Crédito Proyecto Cofidís 15.000 € Desde el 4,95 % TIN De 12 meses a 24 meses
Crédito Rápido Zaplo 2.500 € Desde el 8,00 % TIN De 3 meses a 24 meses

Antes de solicitar un crédito rápido debemos ser conscientes del alto coste que tiene este tipo de financiación, de manera que no debemos acudir a ella de forma habitual.

2. Líneas de crédito

Las líneas o tarjetas de crédito podemos conseguirlas tanto en los bancos como en los EFC (Establecimiento Financiero de Créditos). Sin embargo, a diferencia de los préstamos personales, disponemos de un capital en nuestro haber y sólo pagamos intereses del importe que utilicemos no del total disponible.

De esta forma las líneas de crédito se convierten en una opción atractiva para los autónomos, puesto que son útiles para adelantar el pago de facturas, o para afrontar improvistos. Aunque conseguir una tarjeta de crédito si no tenemos nómina puede ser más difícil y, dependerá del análisis de riesgo realizado por la entidad bancaria o prestamista.

3. Descuentos comerciales

En este modelo de financiación, una entidad se hace con una obligación de pago emitida para una empresa, como un pagaré o una factura, adelantando un porcentaje del importe. De esta forma el trabajador por cuenta propia puede contar con liquidez y destinar este dinero  en otros gastos, como pagos de facturas, pagos a proveedores o compra de material.

4. Leasing

Puede relacionarse con una especie de alquiler con opción a compra. Los autónomos pueden conseguir los servicios necesarios para su empresa (mobiliario, maquinaria, oficinas, etc.), desde el principio. La entidad que realiza el leasing alquila estos instrumentos a cambio del pago de unas mensualidades. Además después de un plazo determinado, el emprendedor puede comprar si desea estos bienes.

5. Confirming

Es una alternativa menos habitual. Consiste en que una entidad financiera se hace cargo de la gestión de los pagos a los proveedores si no podemos afrontar, en un momento determinado, el pago de las facturas. Sin embargo, contraemos una deuda con la entidad, a la que tendremos que abonar estos costes más intereses.