Lo lógico si estás en busca de financiación, es que valores todas las opciones posibles. Actualmente, hay muchas alternativas disponibles más allá de las que ofrecen los bancos tradicionales. De hecho, es recomendable que compares entre los distintos actores del sector. Sin embargo, cuanto más abres el abanico de posibilidades, más opciones hay de caer en alguna trampa. Por eso escribimos este artículo con el que podrás evitar que eso ocurra cuando busques préstamos por distintas vías.

1. No pagar por adelantado los préstamos

Es la forma más sencilla de identificar a un prestamista poco fiable. Si eso ocurre, en caso de que antes de que te entreguen el dinero del crédito ya te quieren cobrar algo, debes sospechar inmediatamente. Las excusas son varias: traducir los contratos del préstamo, redactarlos, analizar datos… Si te justifican así su coste, es mejor que evites tratar con este tipo de empresas.

2. Jugar al quién es quién

Obviamente, el mercado de financiación es muy grande y no tienes por qué conocer a todos y cada uno de los prestamistas. Sin embargo, si la empresa a la que contactas no te suena de nada, tiene un nombre extranjero y durante tu búsqueda no ha aparecido en otras páginas web, es probable que se trate de una estafa. Si dudas de ello, puedes buscar por Internet a ver qué opiniones recibe (si es que las tiene). Sobre todo, recurre siempre a prestamistas fiables y de garantías como estos.

3. Dudar de prestamistas extranjeros

No es que sea imposible, pero es difícil que una entidad fiable preste dinero a una persona fuera de su país. De hecho, si te fijas en los requisitos de la gran mayoría de prestamistas, uno de los que suelen establecer es tener la nacionalidad o la tarjeta de residencia del país en el que opera la entidad. Por tanto, si se ponen en contacto contigo en otro idioma (por ejemplo, a través de un sms o correo electrónico) o ves que sus oficinas (no solo su empresa matriz) están fuera del país, lo más recomendable es que no te fíes de ellos.

4. Desconfiar de las redes sociales y los correos electrónicos milagrosos

Es habitual que encuentres ofertas en los sitios menos esperados. Por ejemplo, puedes estar navegando por las redes sociales y encontrar préstamos que presentan unas condiciones muy atractivas. Además de por lo desorbitado de sus ventajas, podemos identificar estas estafas porque los textos no están bien escritos, aluden a milagros e incluso citan a Dios.

Eso sí, no todo lo que encuentres en la red será negativo. Al contrario, los créditos al consumo online son uno de los avances que permiten conseguir financiación a buen precio (producto de la mayor competencia en el mercado) y de forma sencilla sin engorrosos trámites y papeleos.

Es el caso, por ejemplo, del Crédito Proyecto de Cofidis, un préstamo que te permite conseguir hasta 15.000 euros desde el 5,95% TIN y cuya solicitud es rápida y simple. Además, cuenta con la garantía de ser una entidad con una larga y exitosa trayectoria en el sector.

5. Escrito y firmado

Es fundamental que dispongas de toda la información por escrito y que esta esté firmada por el prestamista. De esta forma, en caso de que haya problemas y debas acudir a la justicia, estarás cubierto y protegido.

Además, también te aseguras de que toda la información queda recogida en un documento que puedes consultar siempre que quieras y que tiene especificadas las condiciones del acuerdo. Así, no podrán cambiarlas a su antojo.