Los préstamos con garantía hipotecaria son productos de financiación muy particulares. Si bien se utilizan para financiar diferentes proyectos personales o profesionales como los créditos al consumo, se debe poner una vivienda en propiedad como garantía para solicitarlos. Por esta razón, las finalidades para los que se utilizan este tipo de financiación variarán. Recordemos que este tipo de financiación nos permitirá conseguir entre el 30% y el 40% del valor actual de la vivienda que pongamos como garantía (30.000€ o 40.000€ por una vivienda de 100.000€), lo que nos permitirá obtener grandes cantidades de financiación. Te explicamos en qué momentos son más útiles.
¿Por qué acudir a los préstamos con garantía hipotecaria?
Los créditos con garantía hipotecaria tienen unas características particulares que los hacen idóneos para determinadas finalidades que explicamos más adelante. Su plazo largo, que no tengamos que presentar un justificante de ingresos, el gran presupuesto al que podremos acceder, su posibilidad de carencia durante cinco años o que no importe estar en ASNEF los hacen muy interesantes.
Entidad | Condiciones | Me interesa |
Préstamos con garantía de un inmueble Supre Grupo |
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Eso sí, debemos estar muy seguros de que podremos hacer frente al pago de estos créditos, ya que en caso contrario corremos el riesgo de perder la vivienda puesta como garantía.
1 – Refinanciar deudas
Es una de las finalidades más comunes. Se trata de juntar todos los préstamos que tenemos por pagar (préstamos, tarjetas…) para unirlo en un único crédito y quedarnos con una única cuota a pagar. Al refinanciar todos los préstamos en uno, podremos elegir una nueva cuota mensual más baja de la que pagamos actualmente.
Este tipo de finalidad se utiliza principalmente cuando estamos sobreendeudados y buscamos una manera de pagar menos cada mes y cancelar el resto de créditos.
2 – Financiar reformas integrales
Casas heredadas en ruinas, reformas integrales, para revalorización del inmueble…las grandes reformas son caras. Especialmente cuando se trata de toda la vivienda o de cambios tan fundamentales como las tuberías, el tendido eléctrico, la estructura….
De todas maneras, sea cual sea la reforma a financiar, es posible solicitar un préstamo con garantía hipotecaria utilizando la misma vivienda como garantía. Esto nos permitirá acceder a presupuestos mucho mayores que con otros préstamos reforma.
3 – Emprender un nuevo negocio
Cuando queremos comenzar un negocio, especialmente en un momento de incertidumbre como la pandemia, es complicado “convencer” a los bancos para que nos financien. Especialmente cuando se trata de crear un nuevo proyecto empresarial, cuando nuestros ingresos son escasos o nulos.
Los préstamos con una casa como aval no requieren que tengamos unos ingresos para contratarlos y, además, permiten una carencia de hasta cinco años. Dos características muy interesantes para esta finalidad. Además, podremos utilizar tanto el local del negocio o nuestra vivienda siempre que estén en propiedad.
4 – Recibir herencias
5 – Detener embargos
Si nuestra vivienda está bajo un proceso judicial de desahucio, los créditos con garantía hipotecaria se podrán utilizar para poner la vivienda como garantía, pagar al banco y seguir nosotros pagando poco a poco este crédito. Al tener un plazo tan largo, es posible obtener una cuota muy baja. Eso sí, el dinero que nos den deberá servir para parar el desahucio, ya que si no simplemente acabaremos más endeudados.
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