Los depósitos bancarios a plazo fijo son uno de los productos de ahorro más seguros que existen dada su cobertura respaldada por los Fondos de Garantía de Depósitos. La comprensión de su sistema es simple: el producto remunerará el dinero depositado en su interior durante un plazo de tiempo determinado que se establecerá durante la contratación. Mientras dure el plazo, el dinero resultará inaccesible para nosotros. Sin embargo, pese a la lógica de su sistema, existen una serie de errores que es mejor evitar antes de la contratación de un depósito.

Ranking mejores depósitos bancarios de 2020

1- Invertir más dinero del que podemos prescindir

Los depósitos acostumbran a exigir una aportación mínima inicial. Antes de contratar un depósito a plazo fijo, es importante revisar no solo si el importe mínimo exigido se corresponde con nuestro perfil y si disponemos de capital suficiente, sino que, además, conviene plantearse si se podrá prescindir de ese dinero durante todo el plazo del depósito. La cláusula básica de un depósito estipula que el dinero invertido no se podrá recuperar hasta el final del plazo. Por eso, si depositamos más dinero del que podemos prescindir, nos quedaremos sin fondos para nuestra rutina diaria, lo cual nos llevaría a cancelar el depósito (siempre que sea posible) para recuperar nuestro saldo a cambio de la pérdida total de los beneficios adquiridos.

2- Ignorar el importe máximo a remunerar

Los depósitos, además de exigir un importe mínimo, también remuneran hasta cierta cantidad. Es importante tener en cuenta esta franja límite, pues toda cantidad que supere la establecida como máxima no generará beneficio alguno. En la mayoría de los casos, esta cifra se sitúa en los 100.000 euros, cifra que, además, se corresponde con la cobertura facilitada por el FGD.

3- No verificar el FGD al que está adscrito el banco

El FGD es un órgano estatal presente en todos los países que se encarga de velar por el capital de los usuarios invertido en cuentas y en depósitos. En otras palabras, el FGD se encarga de proteger y devolver a los usuarios todo su capital hasta un máximo de 100.000 euros en caso de quiebra e insolvencia del banco. Antes de contratar un depósito, conviene revisar si la entidad se encuentra adherida el sistema que forma parte del FGD y hasta qué cantidad cubre, pues, en caso de invertir más dinero del englobado por la cobertura del FGD, este quedaría expuesto a los posibles riesgos que pueda haber.

4- No comprobar si dispone de cancelación anticipada

Esta cláusula permite cancelar el depósito antes del fin del plazo. No todos los depósitos la incluyen y por eso es importante verificar si el contrato contempla dicha posibilidad pues, de lo contrario, el depósito no se podrá cancelar antes de tiempo. Siempre que no se esté seguro de la posibilidad de poder cumplir con el plazo acordado, conviene contratar un depósito que contenga dicha cláusula.

5- Quedarnos solo con la oferta de nuestra entidad

Conformarse con nuestra entidad de toda la vida, en especial si es en la que se encuentran nuestras cuentas bancarias, puede no ser la mejor opción por varios motivos:

  • Las grandes entidades no ofrecen depósitos o, si los ofrecen, son de escasa o nula remuneración
  • La mayoría de los bancos españoles apenas disponen de depósitos rentables
  • Diversificar el dinero en más de una banco nos permite beneficiarnos de la protección del FGD por partida doble

En la actualidad, existen múltiples ofertas rentables fuera de nuestras fronteras que, gracias a plataformas de ahorro como Raisin, se pueden contratar desde España y, además, sin salir de casa.

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