Aunque cada vez son menos habituales, aún hay bancos que intentan promocionar sus productos y captar nuevos clientes utilizando los regalos como anzuelo. Es cierto que muchos clientes pueden sentirse tentados por estas cuentas que prometen atractivos obsequios a cambio de aparentemente poco y también es cierto que si las condiciones son buenas puede resultar un buen negocio para ambas partes, pero tenemos que tener en cuenta algunos aspectos en torno a este tipo de cuentas para poder valorar si nos convienen o no. Veamos cuáles:
1 – La mayoría de entidades exigen a sus clientes que domicilien la nómina para poder conseguir un regalo. Las cuentas con regalo, salvo las cuentas infantiles, acostumbran a requerir la domiciliación de una nómina para que la entrega del obsequio se haga efectiva, por lo que si no estamos en disposición de poder domiciliar nuestra nómina difícilmente podremos conseguir un regalo del banco.
2 – En general, los bancos que ofrecen este tipo de cuentas requieren de sus clientes que, al margen de domiciliar una nómina, contraigan con la entidad una vinculación extra, como pueda ser la domiciliación de recibos, la contratación de productos de ahorro o consumir un mínimo con las tarjetas de crédito. Cada banco puede imponer las condiciones que quiera a este respecto.
3 – Otro aspecto a tener en cuenta antes de aceptar un regalo de una entidad bancaria es que, muy probablemente, ésta nos exigirá permanecer en la entidad y mantener las condiciones de contratación durante cierto tiempo, normalmente entre 12 y 36 meses. Es importante c0nocer, antes de firmar un contrato de este tipo, qué tipo de penalización tendremos que asumir si no podemos cumplir la permanencia acordada.
4 – Los regalos que los bancos entregan a sus clientes tienen la consideración de retribución en especie y, por lo tanto, están grabados y tributan a Hacienda. Esto es porque los regalos obtenidos a cambio de la cesión de capital a terceros, en este caso a una entidad de crédito, son, a ojos de Hacienda y a efectos fiscales, como si estuviésemos ganando dinero; sería equivalente, por ejemplo, a obtener cierta cantidad de dinero en forma de intereses. Por lo tanto, si recibimos un regalo tenemos que tener en cuenta que éste estará grabado por el IRPF y estará sujeto a un cargo en la cuenta, normalmente, del 21% del valor que la entidad haya definido para el regalo en cuestión. En la mayoría de casos, el banco ya suele retirar el tanto por ciento correspondiente de la cuenta, por lo que no tendremos que preocuparnos de ello más adelante.
5 – Algo que suele pasar desapercibido al aceptar un regalo del banco son los gastos en concepto de envío. Leer la letra pequeña del contrato nos evitará una futura sorpresa, ya que es probable que los costes derivados del envío del regalo recaigan sobre nosotros y nos encontremos, al cabo de unos días, con un gasto extra en nuestra cuenta. No siempre es así, a veces estos gastos corren a cargo de la entidad, por ejemplo, en el caso de que tengamos que ir a una oficina a recoger el regalo.
El secreto para poder aprovechar este tipo de promociones es leer concienzudamente el contrato y resolver todas las dudas que podamos tener con la entidad bancaria, para evitar llevarnos una sorpresa en el futuro.
Retribución en especie o retribución monetaria: ¿qué es mejor?
Dependerá de cada caso. Antes de decidirnos por una cuenta con retribución en especie, es importante evaluar las condiciones del producto y valorar si realmente es rentable. El valor del regalo debe ser equivalente a las condiciones que nos exige la entidad: cuantas más condiciones nos impongan, mayor valor debería tener el regalo. Si bien es cierto que las cuentas con regalos son seductoras, no tenemos que olvidarnos de sus máximas competidoras: las cuentas remuneradas. Las condiciones de este tipo de cuentas suelen ser menos restrictivas, ya que no suelen tener un período mínimo de permanencia. En cualquier caso, antes de decantarnos por un producto u otro es necesario comparar y saber cuál nos sale más a cuenta: quizá sea más rentable una cuenta en la que nuestra nómina genere intereses que una cuenta en la que tengamos que cumplir condiciones excesivas a cambio de un regalo. Habría que preguntarse si con el dinero que ganemos en concepto de intereses no podríamos comprarnos, al cabo de cierto tiempo, el mismo regalo que nos ofrece una entidad o, incluso, uno mejor.
Actualmente, la cuenta remunerada más rentable del mercado es la Cuenta Nómina de Bankinter que ofrece una rentabilidad del 5 % TAE el primer año y del 2% TAE el segundo, una remuneración superior a la de la mayoría de depósitos a plazo fijo. A cambio, la entidad nos exige domiciliar una nómina de al menos 1.000 €, domiciliar un recibo y tener activada la tarjeta. Si nos fijamos, las condiciones son mejores que en el caso de las cuentas con regalo, ya que la Cuenta Nómina de Bankinter no tiene permanencia, por lo que podremos cancelarla cuando queramos. Además, disfrutaremos de muchas más ventajas: «0» comisiones, tarjeta de crédito gratis (funciona también a débito), disposiciones de efectivo gratuitas en todos los cajeros Servired a partir de 90 €, transferencias gratuitas, seguro de accidentes incorporado, devolución del 2% de las compras pagadas con la tarjeta de crédito, entre otras ventajas.
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