La principal diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito es que con la primera puedes acceder a financiación. Cuando gastas con una tarjeta de crédito, si utilizas el modo de pago aplazado (pagar tu compra en varios meses), realmente estás generando un préstamo. El banco te paga el importe de la compra, pero te lo cobra en diferentes plazos, aplicándote intereses (que no suelen ser bajos). Es un instrumento de financiación que puede ser clave en algunas situaciones, pero no se recomienda usarlo recurrentemente. Estos cinco consejos te ayudarán a utilizar una tarjeta de crédito con cabeza y sin sobreendeurarte. ¡Allá vamos!

1- No abonar el pago mínimo

Devolver una cantidad muy baja todos los meses puede dar la sensación de desahogo, ya que te permite ir pagando una deuda poco a poco y «sin darte cuenta». Sin embargo, es contraproducente. Si calculas cuánto terminarás pagando, verás que la cifra es mucho más alta que lo que pagaste, ya que los intereses se disparan cuando se alarga el plazo de liquidación.

La clave es pagar un poco más todos los meses y quitarte de encima la deuda lo antes posible.

2- Solo retirar dinero a crédito en caso de emergencia

Si no cuentas con saldo en la cuenta y necesitas efectivo de forma urgente, retirar a crédito con tu tarjeta es una opción, pero debes tener en cuenta que pagarás una comisión que ronda el 3% con un mínimo de tres euros, además de los intereses del préstamo si no empleas el pago a fin de mes, que no aplica intereses. (¿Qué es el pago a fin de mes o diferido?)

3- Llevar un control de los gastos a crédito

Tener un control de los gastos de tu tarjeta de crédito te ayudará a organizarte y saber si estás «abusando» de la financiación. Si se usa la tarjeta de crédito, la clave es usar el pago a fin de mes sin intereses para los gastos del día a día y usar la opción «a crédito» puntualmente. En el extracto de la tarjeta de crédito puedes ver esta información de forma resumida.

4- Usar su cobertura al pagar billetes de avión o las vacaciones

Al pagar billetes de avión o el alojamiento con una tarjeta de débito te puedes beneficiar de los seguros que estas ofrecen. Muchos de estos plásticos incorporan protección en compras, seguros de viajes o de accidentes. Antes de pagar, es recomendable echarle un vistazo a la cobertura que incluye tu tarjeta de crédito.

5- Beneficiarse de los descuentos (pero con el pago a fin de mes activado)

Las tarjetas de crédito suelen tener descuentos en tiendas de ropa, gasolineras, restaurantes, hoteles… Pero recuerda que lo ideal es gastar con el modo pago a fin de mes activado, ya que de lo contrario, tendrás un descuento pero pagarás intereses por el dinero prestado, que seguramente serán más elevados que el descuento que te puedan aplicar.

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