En la venta de una casa el aspecto y la presentación de una vivienda son claves para lograr conquistar a un comprador. De hecho, mientras mejor luzca nuestra propiedad, más probabilidades tendremos de recibir más ofertas y de vender rápido el inmueble. Y aquí entra en escena el home staging, una popular técnica que, a través de una serie de cambios de bajo coste, busca mejorar la imagen de las propiedades con el fin de acelerar su venta. Pero ¿qué pasa si la propiedad está en muy malas condiciones? ¿Es útil el home staging en todos los casos? En este artículo contamos 7 situaciones en las que esta estrategia nos puede caer como anillo al dedo.

1. Si necesitamos vender la casa en el menor tiempo posible

Fijar un precio de mercado es la vía más rápida para vender una casa rápido, pero la imagen también importa. Por tanto, si la vivienda tiene un importe que se ajusta a la demanda y, además, la casa es bonita las probabilidades de éxito son muy altas.

En este sentido, debemos procurar utilizar los principios básicos del home staging: despersonalizar la casa, limpiar a profundidad, reparar los artefactos deteriorados, pintar las paredes de colores claros, mejorar la luminosidad y resaltar los puntos fuertes del piso con objetos de decoración, entre otras acciones, para que nuestro anuncio reciba muchas visitas y ofertas en el menor tiempo posible.

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2. Si queremos intentar obtener el mejor precio

Según los expertos del home staging, una de las ventajas de esta técnica es que no solo nos puede ayudar a acelerar la venta de una propiedad, sino que, al mismo tiempo, nos puede servir de trampolín para obtener un mejor precio por la casa que si la vendieramos sin mejorar su aspecto en lo absoluto.

Según Delaguard, una agencia de expertos en Home Staging, una inversión en home staging que ronda los 2.000 o los 3.000 euros puede ayudar a vender la propiedad por unos 10.000 o hasta 15.000 euros más.

Pero ¿por qué? Los expertos argumentan que mientras mejor luzca la casa, más deseo generará en los compradores y esto nos puede ayudar a negociar el precio para intentar alcanzar la mayor rentabilidad posible. Claro está, hay que tener en cuenta que aquí el arma será nuestro poder negociador, más que el incremento real que los cambios produzcan en la propiedad (a menos que la inversión y el alcance de estos sean significativos).

3. Si tenemos tiempo vendiendo sin éxito

En el sector inmobiliario se dice que un inmueble está “quemado” cuando lleva mucho tiempo a la venta sin conseguir éxito alguno. En muchos casos el problema es que se ha fijado un precio muy alto para la casa o que se trata de una venta difícil, pero en otros el dilema radica en que la vivienda no se está presentando correctamente.

Si este es nuestro caso, no debemos perder más tiempo. Es aconsejable documentarnos sobre cómo aplicar el home staging en la casa para que luzca más “apetecible” en las fotos de los anuncios y para que los compradores, al visitar físicamente la propiedad, se lleven una mejor impresión de ella.

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4. Si el piso no necesita grandes reformas

Una de las dudas recurrentes es: ¿el home staging me sirve si el inmueble está en muy malas condiciones? Y la respuesta es: probablemente no, ya que en este caso, seguramente será necesaria una inversión mayor para poder reparar los desperfectos graves.

Hay que tener en cuenta que, como hemos mencionado, el home staging busca mejorar la presentación de las casas sin tener que gastar mucho dinero en ello. No tiene el mismo coste pintar la vivienda y arreglar puertas y ventanas que no cierran que tener que reconstruir un baño o una cocina que están en ruinas.

Si nuestra casa solo necesita un lavado de cara, el home staging es más que conveniente y lo mejor es que los resultados obtenidos con pequeños cambios pueden ser muy sorprendentes.

5. Si el piso es antiguo, pero está en buen estado

Ahora bien, el piso puede ser antiguo y aún así estar en óptimas condiciones para ser habitado. Esto es habitual, por ejemplo, en casos de herencia en la que los herederos quieren vender la casa heredada que pertenecía a un familiar mayor que recientemente ha fallecido.

Este tipo de viviendas, en muchos casos, están llenas de muebles y objetos de decoración antiguos que hacen que la casa luzca recargada. No es secreto para nadie que el sentido de la estética ha ido evolucionando con el tiempo y debemos tener en cuenta que a la hora de vender un producto, que en este caso es la casa, la neutralidad es la apuesta más acertada, ya que debemos procurar que el inmueble sea del agrado del mayor número de personas (y los interesados tendrán gustos muy diferentes entre sí).