En el mundo hay millones de tarjetas en circulación y la mayoría son de plástico. Eso son muchas toneladas, principalmente de PVC, usadas cada año para crear tarjetas. Y aunque suponen una pequeña parte de todo el plástico que se usa, los bancos están intentando hacer que sus tarjetas sean más verdes.

«Los 6 mil millones de tarjetas en circulación representan menos del 0,01% del uso anual total de plástico en el mundo, según el análisis de Mastercard, pero un número creciente de bancos está explorando formas de reducirlo», de acuerdo con un artículo de Mastercard.

Lo cierto es que durante los últimos años los bancos han empezado a promover iniciativas para que sus tarjetas sen más sostenibles y es posible que, aunque no lo sepas, alguna de las tarjetas que tengas en tu cartera esté hecha con plástico reciclado.

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BBVA, primer banco en emitir tarjetas recicladas

En 2020, BBVA se convirtió en el primer banco europeo en emitir tarjetas recicladas, producidas con un 86% de plásticos procedentes de deshechos de otros materiales plásticos. Estos elementos proceden de industrias como la del embalaje, la impresión, la automoción o las ventanas, según informó el banco. En aquel momento, el objetivo de la entidad era conseguir que sus tarjetas estuviesen hechas en su totalidad con material reciclado.

Varios bancos se han sumado a esta iniciativa desde que BBVA diese el primer paso. CaixaBank, por ejemplo, emite tarjetas hechas totalmente con plástico reciclado. Es el caso de la popular MyCard.

La entidad anunció el año pasado que ya había emitido seis millones de tarjetas de plástico 100% reciclado. Además, desde principios del año pasado, todas las tarjetas MyCard nuevas tienen una fecha de caducidad de siete años, en lugar de cinco, lo que permite alargar la vida de estos medios de pago. Y el nombre del cliente y los datos de las tarjetas se imprimen ahora con técnicas láser en vez de con tinta, una técnica que no genera residuos.

Tarjetas convertidas en mobiliario urbano

Banco Santander también se ha sumado al carro de la sostenibilidad y para 2025 prevé que todas sus tarjetas en Polonia, Portugal, España y Reino Unido estén fabricadas con materiales sostenibles. Asimismo, Santander Portugal anunció en 2021 una iniciativa para convertir las tarjetas caducadas en mobiliario urbano. Cuando el cliente devuelve una tarjeta caducada, estas se destruyen y se convierten en virutas que luego se transforman para crear mobiliario urbano.

 

Las tarjetas de débito y de crédito de Triodos Bank están fabricadas en PLA (poliácido láctico) y es un 86% biodegradable. Banco Mediolanum también apuesta por esta técnica. Sus tarjetas sostenibles están hechas por un 82% de material biodegradable PLA.

«Gracias a las tarjetas sostenibles de Mediolanum, además de gestionar tus formas de pago, estarás colaborando con el medioambiente, pues una pequeña acción como esta puede contribuir positivamente con nuestro planeta», explica Banco Mediolanum en su web.