Existen varios motivos para querer cambiar de entidad y abrir una nueva cuenta. No obstante, a la hora de cancelar una cuenta, conviene que nos aseguremos de revisar una serie de factores y de realizar diversas acciones antes de solicitar la cancelación o de firmar el documento de clausura, ya que puede que existan motivos que nos impidan cerrarla o que su cierre afecte a nuestras finanzas si no se ha tramito correctamente. Por ello, en este artículo os contaremos qué conviene tener en consideración a la hora de cerrar una cuenta.
Ranking mejores cuentas para cambiar de banco en 2021
1- Revisa la permanencia
En primer lugar, conviene que nos aseguramos de si hemos contraído una permanencia obligatoria con la entidad. Por ejemplo, si la cuenta nos ofrecía un regalo que hemos aceptado y este implicaba permanencia, el hecho de cancelar la cuenta antes de tiempo podría suponer la devolución de dicho regalo o bien que el banco nos cobre una comisión por el valor original del regalo a modo de penalización.
2- Comprueba los productos vinculados
Este aspecto guarda relación con el anterior, y es que puede que tengamos otros productos vinculados a la cuenta que nos impidan cancelarla y, por tanto, nos obliguen a mantener la cuenta abierta. Esto suele ser común en cuentas asociadas a depósitos, por ejemplo, ya que los intereses deberán abonarse en la cuenta vinculada. En estos casos, lo mejor es hablar con el banco para evaluar la situación y verificar si pueden ofrecernos una alternativa.
3- Cambia las domiciliaciones a la nueva cuenta
Si no existe nada que nos impida cambiarnos de entidad, entonces podemos iniciar el trámite para cambiarnos de banco. Una vez hayamos abierto la nueva cuenta (resulta imprescindible abrir primero otra cuenta antes de cerrar otra) deberemos cambiar todas nuestras domiciliaciones, en este caso los ingresos y los recibos, ya que si cerramos la cuenta sin realizar este trámite, no podremos percibir nuestro salario, pensión o prestación y no podremos abonar los pagos de los servicios contratados (luz, agua, Internet, etc.)
En la actualidad, los bancos ofrecen un sistema de portabilidad bancaria mediante el cual es posible trasladar todos los recibos, el saldo e incluso transferencias programadas a otra entidad sin que el usuario tenga que preocuparse por nada (y, además, gratuito).
Por otro lado, el cambio de domiciliación de los ingresos dependerá de nosotros. Para ello, se deberá facilitar el nuevo número de cuenta a los pagadores pertinentes, ya bien sea una empresa, la Seguridad Social o el SEPE.
4- Verifica que la cuenta ya no tiene saldo
Antes de llevar a cabo la cancelación, lo conveniente es que el saldo de la cuenta sea cero. En caso de no haber solicitado la portabilidad bancaria y de haber gestionado el cambio por nuestra cuenta, conviene asegurarse de que ya no queda saldo en la cuenta antes de cerrarla. Para vaciarla, podemos realizar una transferencia o bien retirar el dinero a través de los cajeros del banco o en ventanilla.
5- Solicita el certificado de cierre de cuenta
Es habitual que los bancos emitan un certificado de cierre de cuenta tras su clausura, aunque cabe la posibilidad de que no nos lo entreguen en el momento del cierre de la cuenta. Si eso ocurriese, conviene solicitarlo para evitar futuros problemas, como reclamaciones de comisiones impagadas u otro tipo de asuntos que pudieran ocasionarnos problemas. Mediante este certificado dispondremos de una confirmación oficial del cierre de la cuenta que podrá sernos de utilidad si necesitásemos reclamarle algo a la entidad.
‘Top’ 3 cuentas sin comisiones para cambiar de banco
Si no quieres pasar ni un solo segundo más en tu entidad actual, a continuación te presentamos 3 de las mejores cuentas sin comisiones del momento:
Comentarios