En la información precontractual de algunas hipotecas encontramos el coste total de la financiación con un tipo de interés bonificado y sin bonificar. Pero ¿qué significa exactamente? En ocasiones, las entidades nos exigirán que contratemos productos vinculados a cambio de abaratarnos el tipo de interés y este precio es el que se conoce como bonificado. En cambio, si decidimos no vincularnos, deberemos pagar un tipo de interés sin bonificar, que suele ser un punto porcentual más alto. En este artículo comentaremos los pros de calcular la hipoteca bonificada y sin bonificar para acabar firmando el crédito que mejor se adapta a nuestras necesidades.

Decide si te sale a cuenta contratar otros productos

Para conseguir el tipo de interés bonificado, algunos bancos exigen la firma de seguros hipotecarios, la contratación de planes de pensiones o de tarjetas de crédito, entre otros. Aunque el objetivo de aceptar la vinculación de la entidad es abaratar el coste total de la hipoteca, podría ser que acabáramos pagando de más. Por eso, es esencial hacer números para descubrir qué opción nos merece más la pena.

Por ejemplo, si quisiéramos firmar una hipoteca de 150.000 euros a 25 años, el banco nos podría dar las siguientes opciones: i) un interés del 3% a cambio de contratar un seguro de hogar (200 euros/año) y otro de vida (300 euros/año) o ii) un tipo de interés del 3,5% sin vinculación:

Tipo de interés Cuota Coste total (interés  +  vinculación)
3,% 711 euros 75.895 euros
3,5% 751 euros 75.430 euros

Como podemos observar en la tabla, la opción que, a priori, parecía la más barata, nos podría salir cara.

Como el seguro de hogar es obligatorio para cualquier hipoteca (puede ser con el banco o con otra entidad), al coste total de las hipotecas con un tipo de interés sin bonificar habría que sumarle una prima de unos 150 euros al años, que es el precio que suelen ofrecer las aseguradoras. 

Simula el plazo que mejor se ajusta a ti

Como puedes presuponer, cuanto menor sea el periodo de amortización del crédito, menos pagaremos en intereses y más barata será la hipoteca. Sin embargo, no hay que perder de vista que devolver el saldo pendiente en menos tiempo encarecerá las mensualidades a pagar.

En este contexto, calcular la cuota de la hipoteca nos permitirá tantear las cuotas en cada caso y nos ayudará a conocer el plazo que nos podemos permitir. Por ejemplo, para una hipoteca de 150.000 euros con un interés del 3% estas serían las mensualidades aproximadas a pagar dependiendo del plazo de amortización:

Plazo Cuota Coste total
15 años 1.036 euros 36.457 euros
20 años 831 euros 49.655 euros
25 años 711 euros 63.395 euros

A la hora de escoger el plazo es importante recordar que lo recomendable es que nuestras deudas no superen el 30% de nuestros ingresos.

Calcula qué pasaría si dejaras de cumplir alguna de las condiciones

Por lo general, el plazo medio de los préstamos hipotecario suele rondar los 20 años y eso es bastante tiempo. Como es difícil prever cómo evolucionará nuestra economía a medio y largo plazo, lo aconsejable sería calcular a cuánto ascenderían las cuotas de la hipoteca en el caso de incumplir alguna de las condiciones impuestas por el banco. De esta manera, podríamos adelantarnos a lo que pudiera pasar y evitar posibles impagos.

Cada producto combinado que ofrecen los bancos (seguros, planes de pensiones, tarjetas de crédito, etc.) tiene asociado una bonificación del tipo de interés. Esta información la podemos encontrar en la FIPRE de la hipoteca o solicitarla directamente en la entidad.

El proceso también podría ser a la inversa: podríamos contratar productos combinados después de haber firmado la hipoteca si pensamos que nos merece la pena bonificar el interés.