Según el Banco de España, la tasa anual equivalente (TAE) media de los créditos para vivienda concedidos en diciembre de 2019 fue del 1,93%, el valor más bajo que se ha registrado nunca. Eso significa que, por lo general, los bancos ofrecen unas condiciones de financiación mucho más atractivas que hace unos años. Pero ¿cómo podemos aprovecharnos de eso si ya estamos hipotecados? A continuación explicaremos qué podemos hacer para renegociar nuestra hipoteca y conseguir que nuestra entidad nos la abarate.

Cómo aumentar tus opciones de mejorar tu préstamo hipotecario

Puede que nuestro crédito hipotecario lo firmáramos hace tres o cuatro años y que ahora, vistos los tipos tan bajos que se ofrecen, pensemos que nos merecemos un interés más reducido. En ese caso, podemos tratar de negociar una novación con nuestro banco, es decir, intentar pactar un cambio de condiciones.

Nuestra entidad puede negarse a aceptar el cambio, pues en su momento ya pactamos unas condiciones con las que estábamos de acuerdo. Si no queremos que eso pase, ahí van tres consejos que nos ayudarán a reforzar nuestra posición para renegociar la hipoteca:

1. Demuestra que tu situación financiera ha mejorado

En primer lugar, conviene que nos carguemos de razones para que el banco se plantee si, efectivamente, nos merecemos que nos mejore la hipoteca. Y una manera de hacerlo es demostrarle que contamos con una situación económica y financiera más sólida que cuando firmamos el contrato original: un sueldo mayor, un mejor trabajo, menos deudas, etc. Incluso podríamos plantearle añadir garantías (un nuevo cotitular, por ejemplo) para que acepte la rebaja.

2. Que no te dé miedo negociar

En segundo lugar, es recomendable acudir al banco con una mente abierta, pues es probable que este acepte rebajarnos el interés si, a cambio, le ofrecemos otras contrapartidas: contratar algún otro producto combinado, añadir nuevas garantías. Nos tocará, por lo tanto, valorar si nos vale la pena aceptar sus condiciones para conseguir el objetivo que perseguimos.

3. Amaga con irte a otro banco

Y en último lugar, si detectamos que la renegociación no tendrá éxito, nos queda un último cartucho para hacer reaccionar a nuestra entidad: amenazarla con trasladar nuestra hipoteca a otro banco. De este modo, quizás se ponga las pilas y valore aceptar nuestras pretensiones si no nos quiere perder como clientes.

¿La renegociación ha fracasado? Cambia de banco

En caso de que el banco no quiera renegociar la hipoteca, nos queda la alternativa de acudir a otra entidad que sí nos ofrezca un interés más bajo. Veamos con qué operaciones podemos formalizar ese traslado:

  • Con una subrogación de hipoteca: con ella podemos modificar el tipo de interés de nuestro crédito o el plazo.
  • Contratar un nuevo préstamo hipotecario y cancelar el que tenemos: de este modo, podemos conseguir unas nuevas condiciones más atractivas.

En paralelo, le podemos presentar a nuestro banco las ofertas de subrogación o de refinanciación que nos hagan otras entidades. Así, quizás se replantee mejorarnos la hipoteca para que no nos vayamos.

Formalizar cualquiera de las operaciones mencionadas tiene un coste. Por ello, es aconsejable que pidamos un desglose de los gastos de novación, subrogación o refinanciación correspondientes para poder valorar si nos compensaría pagarlos a cambio de disfrutar de un mejor tipo de interés.