El home staging es una estrategia de marketing inmobiliario que consiste en tomar ciertas medidas para mejorar la estética de una vivienda. El fin no es otro que potenciar los espacios para vender más rápido la casa, ya que al hacerla más atractiva se tienen mejores probabilidades de recibir más visitas y ofertas de interés. La gran ventaja de esta táctica radica en que no es necesario realizar grandes y costosas reparaciones. Todo lo contrario, su éxito reside en que, con hacer pequeñas intervenciones, podemos resaltar los puntos fuertes del piso y disimular algunos desperfectos. En este artículo contamos tres de sus principios básicos.
1. Menos es más: apostar por el orden y la limpieza
La despersonalización es uno de los mandamientos básicos del home staging. En este sentido, es muy importante que guardemos todos nuestros objetos personales y despejemos cada una de las estancias de la casa. Esto se hace con la intención de mantener la neutralidad, de forma que sea más fácil para el potencial comprador imaginarse viviendo en la vivienda.
Además, el orden y la pulcritud son vitales. Por esto, debemos limpiar muy a fondo cada una de las habitaciones y hacer hincapié en los rincones y espacios olvidados. También debemos retirar el exceso de mobiliario y deshacernos de aquel que esté roto o en mal estado para no dar la impresión de dejadez. Quedarnos con lo imprescindible es fundamental para transmitir la imagen de que la casa esta bien cuidada.
Pero si el caso es que tenemos muchos muebles apilados y no queremos tirarlos, podemos alquiler un trastero para guardarlos durante el tiempo que lo necesitemos. El precio de este servicio puede ir desde los 30 euros mensuales por uno pequeño, hasta los 200 euros si optamos por uno espacioso.
2- Potenciar la luminosidad en todos los espacios
Además del orden y la limpieza, es imprescindible asegurarnos de que el piso luce luminoso. Para esto, debemos vigilar que las persianas o cortinas que tenemos no estén estropeadas y dejen entrar al máximo la luz natural. De lo contrario, las fotos que hagamos para promocionar el piso en los portales inmobiliarios pueden salir muy oscuras y las visitas pueden tener sensación de encierro al venir a ver la casa.
También es importante que aprovechemos las ventajas de la iluminación artificial para incrementar la claridad, especialmente en esas áreas de la casa que reciben menos luz solar. Para esto, podemos colocar nuevas lámparas y cuidar de que todas las bombillas funcionan correctamente. Algunos expertos de esta técnica aseguran que las luces blancas calidas funcionan mejor que las frías y amarillentas.
En tiendas como Ikea o Leroy Merlín podemos encontrar una gran variedad de lámparas cuyos precios van desde los 20 euros y toda clase de bombillas a un coste muy asequible. Así que, con una mínima inversión, podemos lograr grandes resultados.
3. Los colores inmaculados mandan en las paredes
Los colores cálidos y el blanco son los tonos más emblemáticos de la técnica del home staging. Estos transmiten calidez y contribuyen a generar la sensación de amplitud en los espacios. Además que nos ayudan a aprovechar al máximo la iluminación natural que recibe la casa.
Por esto, si queremos darle un lavado de cara completo a nuestro piso, podemos pintar las paredes con estas tonalidades. El precio de hacerlo con un profesional puede rondar entre los 900 euros y los 1.200 euros por un piso de 90 metros cuadrados, según la web Habitissimo. Aunque, si lo hacemos por nosotros mismos podemos ahorrarnos los honorarios y costear sólo el gasto de los materiales.
En definitiva, si tenemos en cuenta estos tres trucos básicos de home staging, podemos mejorar la imagen de nuestro piso e incrementar las probabilidades de atraer un mayor número de visitas de potenciales compradores.
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