En España hay actualmente 87,06 millones de tarjetas bancarias en circulación, entre débito y crédito, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España. 87 millones de plásticos que caducarán y que podrían quedar inservibles al cabo de cinco años, la media de caducidad que ponen los bancos a sus tarjetas por seguridad. Después de un lustro, deberemos renovar el plástico y este quedará, en la mayoría de casos, al fondo de un cajón o en una papelera sin posibilidad de una segunda vida. En plena época de movimientos como “Fridays For Future” y en el año que se cumplían los objetivos del Acuerdo de París, los bancos le están declarando la guerra al plástico y se están montando al carro de la ecología con tarjetas hechas de PVC reciclable.
Tres tarjetas de crédito de PVC reciclado
Son varias ya las entidades que deciden optar por comercializar tarjetas de PVC reciclado, compuestos de maíz o biomasa que son biodegradables y, además, reducen la huella de carbono en su proceso de producción.
Tarjeta | Condiciones | La quiero |
Tarjeta Aqua Crédito |
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Tarjeta All in One Santander |
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Tarjeta Visa&Pay Caixabank |
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¿Cómo reciclar las tarjetas bancarias actuales?
Este tipo de tarjetas ecológicas llevan alrededor de un año circulando en España, según la entidad, por lo que si nuestro plástico tiene más de 12 meses, es probable que no sea biodegradable. Además, las tarjetas de este estilo suelen contener cloro, lo que las hace tóxicas para la atmósfera.
Cuando llegue el momento de renovarla, generalmente podremos ver la fecha de validez en la parte de delante del plástico, deberemos llevarla a una oficina física, ya que la mayoría de entidades tienen un protocolo de reciclaje de las tarjetas.
Las tarjetas se consideran desde hace un año «residuos electrónicos» (RAEE), por lo que el contenedor al que deberíamos reciclarlo sería el contenedor gris de basura electrónica, aunque también podremos darles una segunda vida llevándolas al punto limpio o a tiendas «GreenShop» que participan en el programa de gestión ambiental responsable.
Este protocolo suele consistir en separar los diferentes elementos que componen la tarjeta (chip, banda magnética, plástico, etc.) para llevar a cada uno a una planta de reciclaje especializado que le podrá dar una segunda vida.
Aunque lo más cómodo es solicitar una nueva tarjeta online y guardar la antigua en un cajón o partirla para tirarla a un contenedor de plástico, llevarla a nuestra oficina podrá darle una mejor segunda vida.
¿Cómo ser más ecológico con mi banco?
Las tarjetas de PVC reciclado no son la única manera de ser más ecológicamente responsables. Existen otras fórmulas para reducir la huella medioambiental con nuestro banco.
Una de las acciones es solicitar que todas las comunicaciones se realicen de manera virtual. Correo electrónico, extractos, publicidad…En la banca online, entrando con nuestro usuario y contraseña, en la sección “Comunicaciones” o “Configuración” podremos optar por esta alternativa.
Para los que quieran eliminar completamente el plástico de sus vidas, otra alternativa es optar por las tarjetas virtuales. Gracias al fintech hoy en día es posible pagar a través del móvil con diferentes aplicaciones, desde la de nuestro banco hasta la de grandes compañías como Google, Apple o Samsung. Optando por las tarjetas virtuales, podremos seguir realizando la misma operativa (comprar en comercios físicos u online y sacar dinero en cajeros) sin tener que tener un plástico físico para llevarlo a cabo.
Préstamos verdes, una opción al alza
Los bancos también ofrecen préstamos para proyectos ecológicos con mejores condiciones para así incentivar los proyectos verdes como la compra de coches eléctricos o híbridos. Si bien en 2018 solamente uno de cada 10 bancos ofrecía este tipo de financiación, en 2020 ya son 3 de cada 10 (34,8%) las entidades que ofrecen estos productos, de acuerdo con un análisis de mercado de HelpMyCash sobre los préstamos verdes.
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