Si tenemos un préstamo hipotecario vigente y no nos gusta el trato que nos da nuestro banco, podemos subrogar la hipoteca para trasladarla a otra entidad que nos sepa valorar. Además, no nos resultará difícil, pues actualmente hay un buen número de bancos que estarían encantados de asumir y mejorar nuestro crédito (siempre que tengamos un buen perfil, claro está). Ahora bien, ¿en qué casos nos puede salir a cuenta el cambio? En este artículo presentaremos tres situaciones en las que esta operación puede ser muy conveniente.
Cambiar de banco para que te rebajen el interés
Pongamos, por ejemplo, que el interés de nuestra hipoteca es notablemente superior al que tienen los préstamos para vivienda que se ofrecen actualmente. En ese caso, con una subrogación podemos irnos a un banco que nos rebaje el tipo aplicado, lo que nos permitirá pagar unas cuotas más asequibles.
Por norma general, esta operación nos permitirá ahorrar dinero si nuestro actual crédito hipotecario tiene un interés del 2% o más. Y es que, en estos momentos, la inmensa mayoría de los bancos aplican intereses por debajo de ese porcentaje.
Si queremos hacernos una idea de cuánto ahorraríamos al subrogar nuestra hipoteca, podemos utilizar el siguiente simulador gratuito de HelpMyCash.com. Con esta herramienta, además, podremos ponernos en contacto con bancos dispuestos a mejorar nuestro crédito:
Esta operación cuesta dinero, pero ese precio se suele compensar con el ahorro obtenido. Puedes ver qué tendrías que pagar en nuestra página sobre los gastos de subrogación.
Subrogar tu hipoteca para pasarte al tipo fijo
Imaginemos, ahora, que tenemos una hipoteca variable ligada al euríbor y que, por nuestra poca tolerancia al riesgo, queremos pasarnos al tipo fijo para pagar una cuota estable. En ese caso, también podemos irnos a un banco que acepte hacer ese cambio.
En general, las entidades prefieren los tipos fijos (les dan más ingresos que los variables), así que no nos costará encontrar a un banco dispuesto a llevar a cabo esta operación. Eso sí, para no pagar una cuota más alta de la cuenta, tenemos que irnos a una financiera que nos aplique un interés fijo por debajo de la media (de en torno al 1,50% o inferior).
Atención: como el euríbor está muy bajo, si te pasas al tipo fijo, pagarás unas cuotas más altas a corto plazo. Sin embargo, es algo que puede ser conveniente si valoras la estabilidad por encima de todo.
Hacer una subrogación para eliminar cláusulas potencialmente abusivas
Finalmente, pongamos que nuestra hipoteca incluye una cláusula potencialmente abusiva que nos hace pagar más dinero de la cuenta: una cláusula suelo, un interés ligado al IRPH en vez de al euríbor… Si nos queremos deshacer de ella, tenemos la opción de trasladar el préstamo a un banco que acepte suprimirla.
De este modo, nos libraremos de esa cláusula para siempre, lo que nos permitirá ahorrar una buena suma de dinero. Además, si quisiéramos denunciar a nuestro antiguo banco por la inclusión de una cláusula abusiva, mantendríamos el derecho a presentar la demanda y a recuperar lo pagado de más.
¿Te interesa cambiar de banco por alguno de estos motivos? Te explicamos cómo hacerlo en esta guía gratis:
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