No es un secreto para nadie que las casas se deterioran con el paso del tiempo. Y en España, las fincas antiguas abundan. De hecho, más de la mitad de los edificios en el país fueron construidos antes de 1980, según el último censo del INE. Por esto, las reformas están a la orden del día, no porque estén de moda, sino porque son necesarias. Si nuestra intención es vender nuestro piso y aumentar el valor de tasación de la vivienda, una renovación nos puede ayudar. Pero ¿qué tipo de reforma podemos realizar para vender más caro?
Las indispensables: baño y cocina
Son las dos estancias más importantes de cualquier casa y por esto su renovación es lo que más revaloriza el precio de la vivienda. Todo el mundo quiere vivir en un piso que tenga una cocina y un baño amplios, limpios y funcionales, por lo que serán los principales focos de atención de las personas que vengan a visitar el piso.
La reforma completa de un baño de unos seis metros cuadrados nos puede salir por unos 3.500 euros y la de una cocina estándar de siete metros cuadrados, entre 6.000 y 9.000 euros, según Habitissimo. Aunque el coste real dependerá de la localidad, los materiales utilizados y la calidad de los acabados.
Aunque nos cueste dinero, al reformar estas dos partes del piso mejoraremos el estado de la vivienda y podremos aumentar el precio que resulte de la tasación.
Cambiar el suelo original de la vivienda
Otra reforma que podemos llevar a cabo es sustituir el suelo original del piso. Existen muchas opciones en el mercado: baldosas, tarima flotante, gres cerámico, vinilos que imitan la madera y, por supuesto, el demandado parqué.
Es la opción mejor valorada, pero también la más costosa: poner parqué en un piso de 80 metros cuadrados puede salir por unos 3.500 euros. Aunque el precio dependerá de la ubicación y del tipo escogido, ya que el sintético es más barato que el de madera natural.
Al renovar suelo, baño y cocina tenemos grandes frentes cubiertos y ganamos mucho terreno en el precio que podemos obtener en la tasación.
Puertas y ventanas a prueba de fugas
En la tasación de la vivienda también se tiene en cuenta el estado de las puertas y las ventanas, ya que el aislamiento térmico de la casa tiene impacto en el consumo de energía. Es un detalle que representa un coste menor, frente a reformas más grandes y que resulta importante para el tasador.
El coste de las ventanas de PVC, que son las más populares porque ofrecen un mayor aislamiento térmico, oscila entre los 150 y 300 euros la unidad, dependiendo del tamaño y del modelo escogido. En cuanto a las puertas, una para la entrada de la casa de este material puede tener un precio de 250 euros, mientras que una para el balcón o de interior puede salir por unos 70 euros.
Por la mano de obra para la instalación, nos pueden cobrar entre 700 y 4.000 euros, dependiendo de la cantidad de piezas por cambiar, aunque para un piso normal el precio medio suele ser unos 2.000 euros, según Habitissimo. Este simple cambio puede suponer hasta un 50 % más de ahorro de energía porque evita las fugas de temperatura.
Obtener un mejor precio de tasación: lo que está en nuestras manos
Si bien el trámite de tasación para vender un piso tiene en cuenta otros criterios como la ubicación, la superficie, la orientación de la vivienda y el estado de la finca donde está localizado, estos factores no se pueden cambiar o no dependen de nosotros. Tampoco está en nuestras manos la situación del mercado y los precios límites que marca la oferta y la demanda.
Pero en cambio, el estado general del piso sí y podemos tomar medidas para tratar de aumentar el precio que podemos obtener por el piso. Según algunos profesionales del sector, una reforma integral puede llegar hasta incrementar el valor del piso entre un 10 % y un 20 % de su precio.
No obstante, debemos vigilar que la inversión en la reforma no supere el porcentaje de revalorización que podemos esperar. De allí la importancia de contar con asesoría profesional, que nos pueda guiar en el proceso de renovación, para que compense el gasto y el tiempo de las obras.
En definitiva, aunque no hay un porcentaje definido, ni una regla escrita, es un hecho que una vivienda puede aumentar su precio después de una reforma y, además, nos puede ayudar a vender mucho más rápido.
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