Los créditos rápidos solo llegan a cantidades relativamente pequeñas e incluso los préstamos personales tradicionales pueden quedarse cortos a veces. Es ahí donde los préstamos con garantía hipotecaria son más útiles. Si tenemos una vivienda en propiedad o con poca hipoteca pendiente de pago y necesitamos una suma de dinero importante, tenemos la solución en nuestras manos. En este artículo proponemos tres formas de utilizar este tipo de préstamos de forma efectiva.
Así puedes usar los préstamos con garantía hipotecaria
Esta financiación puede servir para conseguir cientos de miles de euros (hasta 300.000 normalmente) a devolver en un período de tiempo largo que suele llegar hasta los 20 años. De esta forma, conseguimos que la cuota sea relativamente pequeña y nos permita reembolsar el dinero sin comprometer nuestras finanzas.
Uno de los prestamistas que ofrece la posibilidad de conseguir importes elevados es Supre Grupo, cuyo préstamo con garantía de un inmueble parte de un 8% TIN, lo que le convierte en una opción muy atractiva. Con él podríamos financiar proyectos tan comunes como estos:
Crear y ampliar un negocio
Todos queremos prosperar. Para ello, le damos vueltas a la cabeza una y otra vez hasta que, finalmente, en un momento de lucidez, conseguimos atar todos los cabos. Por fin le damos forma a esa idea que nos permite crear nuestro propio negocio, ampliar el que tenemos o darle a este una nueva dirección.
¿El problema? Su elevado coste. Sin embargo, gracias a los préstamos con garantía hipotecaria podemos conseguir el dinero suficiente beneficiándonos de una vivienda en propiedad, de un local propio o de una pequeña oficina.
Reformar la casa
El baño, la cocina, las puertas, las ventanas, el suelo… Conforme pasa el tiempo, las ganas de renovar una vivienda aumentan; y también la necesidad. Si se trata de una reforma integral, puede que el importe que necesitemos sea demasiado elevado como para pedirlo a través de un préstamo reforma tradicional. En cambio, la garantía de nuestro inmueble serviría para conseguir una cantidad de dinero mayor.
Además, llevar a cabo este proceso puede suponer un beneficio futuro, ya que el precio de la vivienda se incrementará si más adelante la vendemos o la alquilamos.
Reunificar deudas
Puede que no sea un proyecto tan glamuroso como los anteriores, pero hay veces que es necesario emprenderlo. El sobrendeudamiento es algo que le puede suceder a cualquiera. Los créditos se acumulan y responder a todas las cuotas se convierte en una tarea complicada. En estas situaciones, los prestamistas difícilmente nos ofrecerán financiación. Sin embargo, mediante un préstamo con garantía hipotecaria podemos conseguir el dinero necesario para reunir todas nuestras deudas en una y alargar el plazo de devolución. De esta forma, la cuota mensual se reducirá y nuestra economía respirará.
Un aspecto que debemos tener en mente
Como hemos dicho, los préstamos con garantía hipotecaria son una gran oportunidad. No obstante, debemos tener en cuenta un elemento fundamental: si no pagamos las cuotas resultantes, podemos perder la propiedad de la vivienda utilizada como garantía. Por tanto, es importante asegurarse de que podremos devolver el crédito en el plazo acordado.
Comentarios