Disfrutar de esos días libres de verano puede convertirse en una auténtica pesadilla si no vamos con el cuidado suficiente. Numerosos informes indican que el porcentaje de operaciones fraudulentas con tarjetas de crédito es ínfimo. Sin embargo, eso no nos libra de poder ser víctima de uno de ellos o de tener otras complicaciones con estos plásticos como los que repasaremos (y pondremos remedio) a continuación.

Las amenazas y los remedios de las tarjetas de crédito

Obviamente, vamos a ponernos en lo peor, es la única forma de estar prevenido y de evitar que estos problemas aparezcan y no tengamos solución.

  1. Accidentes

Hay dos tipos de viajeros, el que se tumba en la hamaca y de ahí no se mueve y el que quiere ir a todas partes y no perderse nada. Estos últimos, lógicamente, tienen más probabilidades de sufrir un accidente. No hace falta que sea especialmente grave, simplemente que nos obligue a recibir atención médica o ir al hospital. En este caso, y según en qué país estemos, esta atención puede costarnos un buen dinero, ya que en muchos lugares la sanidad no es universal y gratuita.

Para evitarlo, debemos contratar los servicios que vayamos a disfrutar con una tarjeta de crédito, ya que la mayoría de estas disponen de seguros de accidentes que llegan hasta miles de euros. Lógicamente, cuanto más alto sea el importe que cubren, mejor.

  1. Alquiler de coche

Una forma muy habitual de disfrutar de las vacaciones es con una ruta en coche por distintos puntos de un territorio. Por desgracia, no sería la primera vez que esta opción se tuerce por culpa del medio de pago: las empresas de alquiler de vehículos prefieren cobrar el servicio en una tarjeta de crédito. De hecho, hay algunas que ni siquiera aceptan las tarjetas de débito.

Esto ocurre porque con las de crédito pueden congelar el dinero del depósito (que suele ser de varios cientos de euros) en lugar de tener que cobrar y devolver posteriormente ese importe en una tarjeta de débito con la pérdida de tiempo (y dinero por las comisiones de los TPV) que conlleva.

Para evitar este tipo de situaciones, lo ideal es disponer siempre de una tarjeta de este tipo. Además, para el usuario también es más cómodo, así no vemos reducirse considerablemente el saldo de nuestra cuenta.

  1. Pérdida de equipaje

La última problemática que repasamos puede suceder en el inicio de nuestras vacaciones o también al final. Llegar a nuestro destino, sea a la vuelta o la ida, y ver que nuestro equipaje no aparece, es motivo de cabreo y desesperación.

Toca reclamar a la aerolínea y esperar una solución. Por suerte, si además hemos pagado con tarjeta de crédito, es muy posible que tengamos a nuestra disposición una cobertura extra.

Por ejemplo, si pagamos nuestro viaje con la Tarjeta de crédito Open Credit de Openbank, podremos estar tranquilos si nos surge cualquiera de estos tres problemas.

Hay que revisar las condiciones

Saber si disponemos de estas ventajas que hemos ido comentando es responsabilidad del cliente. Para conocerlas, debemos revisar el contrato de la tarjeta. Ahí deberán estar especificadas todas y cada una de las condiciones de la misma.