El Imperio romano no únicamente nos dejó un legado de arte y cultura, sino también financiero. Y es que, con la creciente proyección de las empresas, los créditos al consumo con intereses comenzaron a extenderse entre la sociedad. Sin embargo, por lo que al impago respecta, si no se devolvía un crédito nunca más se podría pedir otro, ya que la morosidad se pagaba con la esclavitud e incluso con la muerte. Con el paso de los años estas normas parece que han ido suavizándose y ahora, aunque tengamos deudas pendientes todavía tenemos la posibilidad de conseguir un préstamo aunque estemos en ASNEF.

1. Los minicréditos, un pequeño préstamo para cubrir grandes imprevistos

Hoy en día, si contamos con una urgencia puntual y necesitamos una cantidad de dinero no muy elevada podremos recurrir a los minicréditos con ASNEF. Estos nos ofrecerán hasta 300 euros si somos clientes (y hasta los 1.000 euros para prestamistas reincidentes) a devolver en un plazo máximo de un mes. Es importante recordar que este préstamo personal presenta un elevado coste, ya que algunas empresas como Krédito 24  acogerán el riesgo de prestarnos capital aunque estemos inscritos en un fichero de morosos.

En la época del Imperio romano, si no devolvíamos un crédito podíamos convertirnos en esclavos del banquero hasta saldar nuestra deuda. Aunque esto ya no ocurra en la actualidad, es importante solicitar un préstamo personal (aunque estemos en ASNEF) únicamente si somos conscientes de que lo podremos devolver, con el fin de evitar sobreendeudar nuestra economía.

2. Los préstamos rápidos no solo son velocidad, sino también mayor importe

Si nuestras necesidades económicas cambian y necesitamos un crédito de mayor cuantía para cubrir cualquier imprevisto, los préstamos rápidos pueden ser una buena opción. Con ellos, podremos conseguir desde 500 hasta 5.000 euros en menos de 48 horas. Si todavía no sabemos por cuál de ellos decantarnos, consultar el ranking con los mejores créditos rápidos del mes de marzo nos ayudará a escoger el producto que mejor se adapte a nuestras necesidades.

3. Los préstamos con garantía hipotecaria, un crédito con el que conseguir miles de euros

Por último, si hoy en día necesitamos elevadas sumas de dinero para reunificar nuestras deudas (entre otras obligaciones) podremos recurrir a los prestamos con garantía hipotecaria. Eso sí, para que nos lo concedan deberemos contar con una vivienda en propiedad que figurará como garantía. Si nos encontramos ante esta situación, un buen ejemplo de préstamo con garantía hipotecaria podría ser Suitaprest, pues conseguiremos hasta 300.000 euros (o hasta el 50% del valor total del inmueble) y devolver el dinero en un plazo máximo de 20 años.

Como hemos podido comprobar, las leyes en el mundo de las finanzas se han suavizado con el paso de los siglos. Lo que antes nos podía costar la muerte, ahora nos dará una segunda oportunidad. Sin embargo, si tenemos problemas económicos es conveniente que antes de solicitar cualquier préstamo estando en ASNEF hagamos cuentas y nos aseguremos de poderlo devolver en el plazo estipulado.