Dar de baja un servicio siempre conlleva una serie de trámites, más o menos costosos, que no debemos hacer a la ligera. Tanto si queremos cerrar una cuenta como realizar un cambio de compañía telefónica, es importante asegurarnos de los gastos que ello puede comportar.
Dado que hemos hecho hincapié en diversas ocasiones en los puntos que debemos revisar a la hora de cancelar productos bancarios, hoy en HelpMyCash ponemos sobre la mesa las 3 penalizaciones más habituales en el sector de internet.
1 Compromiso de permanencia
Al contratar los servicios de internet es más que habitual que acabemos firmando un compromiso de permanencia con la compañía. Esto quiere decir que durante un año mínimo deberemos permanecer con dicha operadora. Por lo tanto, si quisiéramos darnos de baja o cambiar a otra empresa la compañía nos cobraría una penalización por incumplimiento de contrato.
La cuantía varía según los meses que nos faltaría por cumplir de contrato obligatorio, por lo que la broma podría resultar realmente cara.
2 Devolución del equipo
Un detalle que pocas compañías explican es que el equipamiento (router, cables, filtro de teléfono) que cuando contratamos nos dicen que es “gratis” resulta ser prestado. Ergo cuando decidimos darnos de baja o cambiar de compañía estamos obligados a devolverlo.
Lo malo de esta situación es que cuando llamamos con la intención de tramitar el cese del servicio omiten este dato, de modo que muchos usuarios reciben una factura con los costes del equipo. Para hacernos una idea, el hecho de no cumplir con esta obligación está sancionado con una media de 90 euros.
Si no queremos cargar con semejante coste, y menos teniendo en cuenta que los equipos no son una maravilla, lo mejor es preguntar dónde debemos enviar el router aunque paguemos nosotros los gastos de correos resulta más económico. Para ello solo debemos plantear nuestra intención al comercial que nos atienda, quien nos puede dar directamente la dirección, o pedirnos un mail donde enviarnos el proceso de devolución.
Desde HelpMyCash aconsejamos que cuando enviemos el equipo (router, cables, filtros, CD de instalación…) lo hagamos a través de correo certificado y con acuse de recibo. De este modo si la compañía quiere cobrarnos por no haber devuelto, supuestamente, el equipo tendremos una prueba de que sí lo han recibido.
3 Cancelar la portabilidad
Como en cualquier servicio que se tercie, la última factura que nos pasarán por el banco corresponderá al gasto efectuado durante los últimos días que ha estado habilitada la línea. Es decir, si hoy tramitáramos el cese de nuestro ADSL deberían cobrarnos lo correspondiente a 8 días. Sabiendo esto es muy interesante ser previsor y dar de baja el servicio cuanto antes, siempre que no se necesite.
Por ejemplo, en el caso concreto de Jazztel la baja de línea es efectiva en 48h. Este dato es importante no perderlo de vista si estamos de alquiler y van a llegar nuevos inquilinos ya que podrían utilizarla a nuestra costa. Eso sí, esta factura suele tardar más de lo habitual en llegar ya que la compañía espera un mes desde que dan de baja la línea para recibir el equipamiento prestado. De este modo la operadora pasaría una factura enorme en caso de que no hayamos cumplido con todas las condiciones.
En el caso de que queramos hacer portabilidad a otra compañía debemos ser conscientes de que tarda un poco más ya que las dos compañías deben ponerse de acuerdo. En caso de que solo sea teléfono el cambio se realizará en 1 día, mientras que si hablamos de internet llegarían a los 6 días hábiles. Si en este tiempo decidimos recular con la portabilidad, la nueva compañía nos puede cobrar una penalización por los gastos ocasionados durante el cambio de línea. El precio varía según la operadora pero, para hacernos una idea, en el caso de Movistar son 100 euros en concepto de gastos de gestión.
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