Internet es tan grande que deja lugar a páginas de todo tipo. Muchas son útiles, pero otras son problemáticas. Los préstamos online son una opción de financiación muy solicitada y que facilita mucho las cosas a quienes necesitan dinero prestado. Sin embargo, no están exentos de sufrir la parte mala de la red. Las estafas, aunque afecten a un porcentaje de usuarios muy pequeño, existen. Para no acabar perteneciendo a ese reducido grupo, repasamos 3 maneras de actuar para no caer en la trampa de algún pseudoprestamista. ¡No te la juegues!

Así evitarás posibles estafas en los préstamos online

Normalmente, quien puede caer en un engaño en la red es alguien a quien le han denegado financiación los bancos, las entidades de crédito y las empresas de capital privado más reconocidas y se sumerge en Internet en busca de su salvador. Hay muchos que pueden presentarse como tal con soluciones milagrosas. Por eso, para asegurarnos de no caer en un engaño, debemos extremar las precauciones. Estas 3 actuaciones son una buena base para ello:

1. No pagar nada por adelantado

Una de los principales recordatorios que hacemos desde HelpMyCash.com es que un prestamista fiable nunca nos pedirá que paguemos nada por adelantado por solicitar préstamos online. Será una vez tengamos el dinero en nuestra cuenta cuando empecemos a pagar cuotas u otras comisiones. Si esta premisa no se cumple y nos piden pagar por adelantado, debemos desconfiar.

El hecho de pagar algo por adelantado no tiene por qué suponer que se trate siempre de una estafa. Los intermediarios financieros nos cobrarán una comisión por buscarnos un préstamo online adaptado a nuestro perfil. Sin embargo, debemos ser conscientes de que existen herramientas suficientes como para solicitar un crédito por nuestra cuenta y sin pagar a un tercero para que nos lo busque.

2. Verificar la página web

Esta recomendación incluye varios aspectos. El primero es que debemos confirmar que es un sitio web seguro. Lo podemos saber mirando el inicio de la URL: si tiene un candado y empieza por “https”, se trata de un lugar seguro. También debemos confirmar que la información que aparece esté actualizada, que dispongan de sus términos y condiciones y que tengan un apartado de atención al cliente donde aparezcan las vías de contacto que ofrecen y la ubicación de la empresa (y que esta sea verosímil).

3. Comprobar su reputación

Aprovechando que estamos en la red, podemos hacer una búsqueda de la empresa o entidad con la que pensamos solicitar un préstamo online y ver qué comentarios recibe. Aunque no sea una comprobación definitiva, sí que nos puede servir para intuir por dónde va el tema. Si todas las opiniones son malas, quizá es buena idea pedir el préstamo online en otro lugar.

Por suerte para quienes buscan financiación, hay prestamistas de los que no hay la menor duda. Cofidis, por ejemplo, lleva casi 30 años en España concediendo créditos y desde hace tiempo da la posibilidad de solicitar sus préstamos totalmente online. Lo hace en su Crédito Directo, una opción que permite disponer de hasta 4.000 y pagar intereses solo por el dinero que utilices.

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