3 dificultades que podemos encontrar para vender una casa heredada

La venta de un piso heredado es un proceso un tanto complejo. Para poder transmitir el inmueble debemos realizar un procedimiento jurídico que toma tiempo, que implica recopilar una serie de documentos y que requiere pagar unos impuestos. Además, también hay que considerar la relación que puede existir entre los diferentes herederos y el componente emocional que hay detrás de la aceptación de una herencia. Pero ¿qué dificultades nos podemos encontrar al realizar los trámites para vender una casa heredada? En este artículo lo contamos.

1. Falta de acuerdo entre los herederos

Este es uno de los factores que más puede dificultar la venta de un piso heredado. Puede suceder que uno de los herederos no esté de acuerdo en vender la casa o que, incluso, alguno de ellos no tenga la intención o la voluntad de aceptar la herencia, entorpeciendo así el proceso de los que sí quieren hacerlo.

Los casos de herencias en la que todos los herederos están conformes con el reparto se pueden resolver rápidamente. Según el bufete Arriaga Asociados, estos se pueden gestionar en un mes y medio aproximadamente, teniendo así luego el camino libre para vender el piso a un tercero. En cambio, un proceso en el que uno de los herederos del testamento no quiere aceptar el legado puede tardar años si se acude por la vía judicial.

Asimismo, si el obstáculo es que uno de los herederos no quiere vender una vez finalizado el trámite de la herencia, el proceso se puede alargar más de lo que pensamos, ya que para poder transmitir la vivienda será necesario interponer una demanda para solicitar la división de la cosa común a un juez. La consecuencia es que el inmueble se terminaría vendiendo en subasta pública, a un precio inferior a su valor de mercado.

2. Desorganización o retrasos en la obtención de los documentos

Otra de las dificultades a la que nos podemos encontrar al realizar este trámite es la falta de organización a la hora de recopilar los documentos. Especialmente, si se trata de una herencia sin testamento dejada a varios herederos que no son familiares directos (hijos, padres o nietos).

En este caso las personas tendrían que demostrar el parentesco y realizar el acta de declaración de herederos en una notaría. Y, dependiendo del caso y el número de herederos, la documentación a presentar puede ser abundante. Por ejemplo, serán necesarios los certificados de nacimiento de cada uno, los libros de familia, etc. La cosa se complica si alguno de los llamados a heredar ha fallecido y su parte le corresponde a los descendientes.

En este sentido, la falta de coordinación y de organización entre los herederos y el tiempo que puede tardar cada uno en recopilar los documentos que le competen pueden retrasar el trámite para recibir el legado y, por tanto, la compraventa.

3. Trabas para pagar los impuestos de la herencia

Otro de los obstáculos con los que nos podemos topar es con la dificultad para pagar los impuestos de la herencia (impuesto de sucesiones y plusvalía municipal). Es habitual que los bancos pongan pegas para utilizar los fondos de las cuentas bancarias del fallecido para liquidar los tributos, pero es completamente legal hacerlo. Esto, en el caso de que nos haya dejado dinero en efectivo.

Pero ¿qué podemos hacer para sortear esta negativa? Los expertos en el tema recomiendan no tirar la toalla. Los bancos terminan cediendo, porque no existe ningún impedimento legal para ello. Según el Grupo Hereda, lo mejor que podemos hacer es “estar detrás” e insistir. Presionar o pedir hablar con el director de la oficina bancaria o con la persona competente nos puede ayudar a agilizar el asunto.

Y ¿qué pasa si no tenemos dinero para pagar los impuestos y nuestro familiar no dejó efectivo? En este caso, podemos optar por pedir un crédito con garantía hipotecaria o un préstamo personal. La vivienda heredada puede servir de aval para conseguirlo. Aunque, evidentemente, la entidad bancaria deberá evaluar nuestra situación financiera para aceptarnos como prestatarios.