Figurar en el fichero de morosos ASNEF por una o más deudas impagadas es muy perjudicial, pues nos impedirá acceder a cualquier tipo de préstamo bancario. Ahora bien, si tenemos una vivienda libre de cargas y la deuda pendiente es elevada, existe una manera de salir de esa lista negra: pedir un crédito con garantía hipotecaria sobre ese inmueble y usar el dinero para pagar a nuestros acreedores. Pero llevar a cabo esta operación también tiene sus riesgos, así que antes de hacerlo, conviene que tengamos en cuenta los siguientes consejos.
1. Asegúrate de poder pagar el préstamo
Aunque parezca una obviedad, no debemos hipotecar nuestra vivienda si no somos capaces de pagar las cuotas del nuevo crédito. En el peor de los casos, el prestamista nos volvería a inscribir en ASNEF y podríamos llegar a perder el inmueble puesto como garantía del préstamo.
En consecuencia, antes de recurrir a un prestamista, tenemos que valorar si contamos con unos ingresos recurrentes suficientes para pagar las cuotas. En ese sentido, la mayoría de los expertos en finanzas aconsejan no dedicar más del 40% del sueldo neto mensual a hacer frente a las mensualidades de uno o más préstamos.
Para que la cuota sea más asequible, podemos establecer un plazo de reembolso más largo (en general, se suele permitir un plazo de hasta 20 años). Eso sí, debemos tener presente que cuanto más tardemos en devolver el dinero, más pagaremos en intereses, así que no nos conviene que el período de amortización sea más largo de la cuenta.
2. Elige bien el crédito con garantía inmobiliaria
Asimismo, es importante acudir a un prestamista que nos ofrezca un buen crédito. Al estar en ASNEF, nuestra única opción será pedir financiación a una empresa de capital privado o a un intermediario financiero. Estas compañías nos cobrarán más que un banco, pero nos exigirán menos requisitos (no les importa que estemos en ficheros de morosos o que no justifiquemos ingresos, por ejemplo).
Una buena opción, por ejemplo, podría ser el intermediario Supre Grupo. Esta compañía nos puede prestar una cantidad importante de dinero con un plazo flexible: hasta el 40% del valor de nuestra vivienda (con un mínimo de 10.000 euros y un máximo de 300.000 euros) y un plazo de 20 años, con posibilidad de pedir una carencia de capital de cinco años.
El precio, además, es competitivo. El interés del crédito con garantía hipotecaria de este intermediario puede ser de entre el 2% y el 14% TIN (3,90% – 19,90% TAE), mientras que la comisión de apertura puede ser de entre el 0,25% y el 1,50%.
3. Controla tus finanzas tras hipotecar la vivienda
Finalmente, es totalmente imprescindible llevar un control férreo sobre nuestras finanzas una vez hipotecada nuestra vivienda. Y no nos referimos únicamente al préstamo contratado, sino también al resto de gastos y deudas que podamos contraer: compras con tarjetas de crédito, letras del coche, etc.
Si no controlamos todos estos gastos, podríamos volver a caer en el sobreendeudamiento, lo que nos podría hacer volver a la lista negra de ASNEF y nos podría ocasionar problemas más graves: perder el inmueble, no poder pagar gastos básicos…
Para tal fin, en HelpMyCash disponemos de una guía gratuita en la que encontraremos consejos para controlar nuestro endeudamiento. Para descargarla solo tenemos que hacer clic sobre el siguiente botón y rellenar el sencillo formulario que aparecerá a continuación:
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