En general, cuando nos disponemos a comparar varias hipotecas, nos fijamos en los aspectos más llamativos: el tipo de interés, la comisión de apertura, el plazo máximo… Hay, sin embargo, una serie de comisiones menos conocidas a las que no se les suele prestar tanta atención y que también pueden encarecer el precio final del producto. En este artículo veremos cuáles son, cuánto dinero nos pueden costar y cómo podemos evitarlas.

Costas que debes añadir a tu comparativa de hipotecas

Al hablar de las comisiones de un préstamo hipotecario nos referimos, habitualmente, a la de apertura, que es la que hay que pagar en el momento de la firma. Pero al hacer una comparación de estos productos también es aconsejable que nos fijemos en los cargos que definiremos a continuación:

1. La comisión de la cuenta asociada

La primera de la lista es la que el banco nos puede cobrar por el mantenimiento de la cuenta que usaremos para pagar las cuotas del crédito hipotecario. Su coste, que suele ser de entre 30 y 70 euros al año aparece siempre en la información precontractual de la hipoteca, pero muchas veces lo pasamos por alto.

Existen, eso sí, diversas maneras de evitar ese cargo: domiciliar la nómina, acudir a un banco que no nos la cobre… Incluso hay entidades, como Hipotecas.com, que nos permitirán pagar las cuotas desde la cuenta de cualquier otra financiera.

2. Las comisiones de los productos combinados

Al comparar hipotecas también debemos tener cuidado con las comisiones de los productos combinados que haya que firmar para conseguir nuestra hipoteca al mejor precio. Nos referimos, por ejemplo, a las cuotas anuales de las tarjetas de débito o de crédito, a las comisiones de gestión y depósito de los planes de pensiones, etc.

En algunas ocasiones, estos cargos los podremos evitar (las de las tarjetas pueden eliminarse haciendo un consumo periódico mínimo). Pero en otros casos, por desgracia, nos los cobrarán sí o sí, por lo que tendremos que añadir su coste al precio total de la hipoteca.

3. Las comisiones por modificar la hipoteca

Terminaremos con una mención a aquellas comisiones que pueden aplicarse si modificamos el contrato hipotecario después de la firma: la de amortización anticipada (por adelantar capital), la de novación (por cambiar las condiciones) y la de subrogación (por trasladar el préstamo a otra entidad).

Estas costas solo nos las podrán cobrar si llevamos a cabo esas modificaciones, así que no son tan importantes como la de apertura (que se paga sí o sí si aparece en el contrato). Sin embargo, si creemos que realizaremos alguna de las operaciones mencionadas anteriormente, quizás es mejor contratar un crédito que no incluya estas comisiones.

Al comparar hipotecas tampoco puedes olvidarte de…

Ya hemos repasado cuáles son las comisiones adicionales que pasan más desapercibidos, pero hay otros factores que, a veces, también se olvidan al hacer una comparativa de hipotecas. Veamos cuáles son:

  • El interés inicial de las hipotecas variables: por norma general, estos productos cuentan con un tipo fijo que se aplica durante los primeros 12 o 24 meses. Por lo tanto, hasta que no transcurra ese tiempo no podremos beneficiarnos de los bajos niveles del euríbor.
  • Los productos combinados: en muchas ocasiones, el interés de las hipotecas está rebajado a cambio de contratar otros servicios de la entidad. Tendremos que valorar si esa bonificación compensa el precio (y las ataduras) de esos productos.
  • Las primas de los seguros: el precio de los seguros que aparecen en las ofertas publicitarias de los bancos es orientativo y calculado para perfiles medios. Dependiendo de nuestra edad y de nuestras circunstancias personales y laborales, es posible que las primas sean más caras.

¿Quieres saber en qué más debes fijarte al comparar hipotecas? En la siguiente guía gratuita te ofrecemos toda la información sobre estos productos: