El número de embargos en España crece de forma alarmante y parece que todos los intentos para aprobar la dación en pago están aún muy lejos de convertirse en ley. Mientrastanto, para evitar quedarse sin casa y llenos de deudas, las personas con hipoteca y problemas financieros han de buscar otras soluciones como las aportadas a continuación:

  1. Comprobar si la hipoteca cuenta con un seguro de protección de pagos o desempleo, ya que esto cubriría las cuotas mensuales impagadas de hasta doce meses.
  2. No esperar hasta el último momento. Si, por ejemplo, faltan pocos meses para que se nos acabe el paro, ahora es cuando todavía tenemos opciones y capacidad de maniobra. Pensemos que, en el momento en que dejemos de pagar, no solo perderemos nuestra vivienda y todo lo invertido hasta la fecha, sino que nuestra deuda aumentará todavía más a causa de los intereses de demora, comisiones de impago, costes judiciales, etc. Hay que evitar a toda costa llegar a esa situación.
  3. Tomar parte activa en el asunto. Lo primero es avisar al banco de que, dentro de poco, no vamos a estar en disposición de seguir pagando, e intentar negociarcon él una cuota más barata. Entre las opciones para abaratar la mensualidad, encontramos:
    • Carencia de capital. Se trata de que, por unos meses, paguemos únicamente los intereses sin amortizar capital. Esta operación puede reducir la cuota hasta un 50%. Si todavía no es suficiente, podemos intentar negociar una carencia total para no pagar ni capital ni intereses durante algún tiempo.
    • Capital diferido o balloon. Sirve para aplazar el pago de un porcentaje del préstamo hasta la cuota final. Este porcentaje puede llegar a ser del 40%. Mientras tanto, tu cuota mensual disminuye considerablemente, ya que la cuota mensual se recalcula en base al 60% restante. Más tarde, antes de que llegue el pago de la gran cuota final, se amplía la hipoteca o se abre una nueva.
    • Alargar el plazo de amortización. Si el préstamo era a 25 años, podemos negociar  devolverlo en 5 o 10 años más para conseguir ir más desahogados a fin de mes.
    • Reunificación de deudas. Si hemos llegado a esta situación porque, además de la hipoteca, tenemos múltiples deudas contraídas a través de varios créditos o préstamos, podemos contemplar la opción de agrupar todas nuestras deudas en una sola cuota, mucho más baja que la suma de las que pagábamos antes. La operación implica que pagaremos durante más meses y por lo tanto más intereses en total, pero es cierto que de una forma mucho más cómoda que nos ayudará a llegar con holgura a final de mes.
  4. Si no estamos absolutamente seguros de que nuestra situación económica mejorará en breve, es necesario mentalizarse de que es mucho mejor vender la casa cuanto antes, aún si es por menos del valor de nuestra deuda. Por un lado, si comunicamos al banco nuestra intención de vender, aumentamos las posibilidades de que se muestre dispuesto a negociar una reducción de la cuota o unos meses de tregua mientras dura nuestro problema. Por otro lado, será mucho mejor deber 10.000 euros (imaginemos que esa es la diferencia  entre nuestra hipoteca y el precio que ofrece el comprador) al banco que 100.000. Incluso podemos intentar negociar que la deuda quede saldada si lo vendemos en poco tiempo, a pesar de una pequeña diferencia. Lo que seguro no arreglará las cosas es no aceptar la situación y negarse a vender esperando un milagro.
  5. Recordar que la ley dice que la dación en pago no es obligatoria para los bancos, pero no que el hipotecado y su banco no puedan llegar a este acuerdo si a ambas partes les parece bien. Se sabe que algunas entidades han aceptado el trato aunque, por supuesto, no se trata de algo que interese hacer público. En cualquier caso, no perdemos nada por intentar negociar.
  6. Acudir a asociaciones de consumidores o de afectados por la hipoteca como la PAH, que ayudan a los hipotecados con problemas de pago proporcionándoles información, llevando a cabo actos públicos y concentraciones, emprendiendo acciones legales y logrando evitar algunos embargos (leer cómo la PAH frena los desahucios) (hazles llegar tu caso rellenando este formulario)
  7. En Cataluña, es posible dirigirse a Ofideute, un servicio de la Generalitat de Catalunya que funciona desde hace 2 años y cuyo objetivo principal es evitar los desahucios provocados por el impago de la hipoteca. Desde finales de 2009, el servicio ya ha recibido un total de 700 peticiones, de las que han conseguido resolver 259, es decir, que en el 37% de los casos ha sido posible evitar el desahucio, según sus responsables. En Navarra, también se ha puesto en marcha un servicio gratuito de mediación entre ciudadanos y bancos que se puede solicitar a través de los teléfonos 848 426 900 y 902 165 170. En 48 horas, el interesado conseguirá la primera cita
  8. Recordar que, una vez subastada la vivienda, la persona afectada puede solicitar una prórroga del plazo concedido para el desalojo en atención a sus circunstancias personales.
  9. Tener en cuenta que, en el supuesto de que la vivienda hipotecada esté ligada a una actividad profesional o empresarial, no podrá iniciarse su ejecución, si el afectado es declarado en concurso.
  10. Pagar lo adeudado antes de que empiece el proceso de embargo. Desde el primer impago hasta que empiecen los trámites del desahucio pueden transcurrir 6 meses. Si en ese tiempo logramos reunir el importe de las cuotas impagadas más los intereses y comisiones de demora acumulados (leer Intereses y comisiones de demora en la hipoteca: ¿cómo se calculan?), podremos detener el embargo.

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