Uno de los puntos importantes a tener en cuenta a la hora de comparar hipotecas son los productos vinculados o vinculaciones. Se trata de servicios o productos, como seguros o tarjetas de crédito, que si son contratados pueden rebajar el tipo de interés de la hipoteca.

Algunos de ellos, como la domiciliación de la nómina y de los principales recibos del hogar, no suponen un coste extra, pero la mayoría sí tienen un precio que puede llegar a ser una pesada carga a final de cada mes. Por este motivo es necesario informarse bien de su coste y modalidad de pago, para poder valorar con conocimiento la conveniencia de contratarlos o no.

Descripción y precio de los productos vinculados más habituales

Estas son las vinculaciones más comunes que podemos encontrar a la hora de buscar hipoteca:

  • Domiciliación de nómina. Es probablemente la vinculación más usual y sencilla. En general, no posee un coste más allá de las posibles molestias por cambiarla de entidad bancaria.
  • Domiciliación de recibos. Algunos bancos piden que se domicilie uno o varios de los principales recibos en su cuenta. Puede ser la factura de la luz, el gas, el agua, etc. Este cambio tampoco suele suponer un coste extra para el cliente.
  • Tarjeta de crédito o débito. Su contratación es generalmente gratuita, aunque muchas veces sí que exige un gasto mínimo anual, que acostumbra a oscilar entre los 2.000 y los 3.000 euros. Cada uno deberá valorar cuánto usa la tarjeta en sus compras y si merece la pena o no contratarla.
  • Seguro de hogar. La ley únicamente exige la contratación de un seguro de incendios a la hora de abrir una hipoteca. Sin embargo, es cada vez más común contratar un seguro multirriesgos del hogar. Estos seguros protegen ante prácticamente cualquier siniestro: incendio, inundación, robo, avería, etc. Suelen costar entre 200 euros y 400 euros de media al año, aunque su precio es bastante variable en función de la cobertura elegida.
  • Seguro de vida. Algunos bancos instan a sus clientes a contratar un seguro de vida para asegurarse así el cobro de la hipoteca en caso de fallecimiento. Su coste dependerá en gran medida de factores como la edad, la profesión y el estado de salud del asegurado, así como del importe a asegurar y de posibles extras en la póliza como cobertura en caso de invalidez. Suele costar entre 300 y 800 euros al año, aunque el precio varía mucho en función del perfil del solicitante.
  • Seguro de desempleo o seguro de protección de pagos. Se trata de una protección que mantiene el pago de la cuota de la hipoteca en caso de no poder hacerle frente por desempleo o incapacidad temporal. Hay que tener cuidado con la letra pequeña de estos seguros, puesto que si el despido o la incapacidad se han producido en ciertas condiciones, es muy posible que el seguro no lo cubra. Su precio suele oscilar entre el 1% y el 1,5% del valor total de la hipoteca. Para una hipoteca de 150.000 euros, por ejemplo, costaría entre 1.000 euros y 1.500 euros a pagar en el momento de la firma, ya que suelen ser seguros de prima única. Hay que tener en cuenta, además, que sólo cubren un número máximo de mensualidades (entre 12 y 24) durante un período concreto, normalmente los primeros cinco años de hipoteca.
  • Plan de pensiones. Se trata de planes de ahorros que, una vez llegada la jubilación, se suman a la pensión para disfrutar de una renta mayor. Suele pedirse una aportación mínima anual que acostumbra a ser de 600 euros, aunque puede variar en cada caso.

Formas de pago de los seguros de las hipotecas

Hay distintos modos de pagar los seguros que acompañan algunas hipotecas:

  • Pago anual o mensual. Es la forma de pago más común en los seguros de vida y hogar. El pago se divide en cuotas a desembolsar durante la vida del seguro.
  • Pago de prima única. En esta modalidad, la más común del seguro por desempleo, el pago se debe realizar en el momento de la firmade la hipoteca. Los bancos suelen ofrecer la posibilidad de incluir el importe del seguro en el total de la hipoteca, lo cual hará más asumible el pago en el momento, pero encarecerá el precio final del seguro, ya que se verá afectado por los intereses del préstamo hipotecario.

Consideraciones finales sobre los productos vinculados

Las vinculaciones pueden ser decisivas a la hora de definir la cuota de nuestra hipoteca. Si bien pueden ayudar a reducir el tipo de interés, hay que recordar que, en su mayoría, tienen un coste, por lo que pueden acabar encareciendo la hipoteca.

  • Es imprescindible preguntar al banco (1) cuántos son, (2) cuánto cuestan exactamente y (3) en qué plazos los tendremos que pagar. Así podremos valorar si es más rentable contratarlos y reducir nuestro diferencial, o si por el contrario es preferible mantener un diferencial no bonificado y ahorrarnos el importe de las vinculaciones. [Ver artículo sobre el impacto de los seguros en la cuota de la hipoteca]
  • Los seguros que venden los bancos suelen ser más caros que los ofrecidos por cualquier aseguradora. Antes de firmar, es muy recomendable conocer los precios en el mercado y tener el dato en cuenta en nuestros cálculos para saber si nos conviene contratarlos o no.
  • Los anuncios de hipotecas no hablan abiertamente de la obligatoriedad de contratar estos productos. A continuación, algunas frases y eufemismos extraidos de las webs de varios bancos para referirse a ellos:

“El tipo de interés varía en función de la relación que tengas con nosotros, cuanto más estrecha sea tu relación, menor es el tipo de interés” – CAN (Caja Navarra)

“Máxima bonificación en función de las vinculaciones del cliente” – Unnim

“Interés aplicable en función de tus condiciones de vinculación” – Caja Rioja

“Entre otras cosas, podrá contratar el Seguro de Amortización y financiarlo junto con el importe del préstamo, ya que por muy poco dinero más al mes estará cubierto el capital pendiente en caso de fallecimiento, invalidez y desempleo.” – Banco Santander